Capitulo 11

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Mew abrió la puerta, alguien le hizo retroceder varios pasos al ser empujado.

— Oh vaya, que bonito, ¿eh? — el tipo que entró al departamento le sonrió. Primero mirándolo a el y luego mirando hacia donde estaba Gulf — Por lo que puedo ver te la estás pasando muy bien.

— ¿Qué carajos estás haciendo aquí, Sunan? — Mew camino hasta el, colocándose instintivamente delante de Gulf. Tapando la mirada de Sunan sobre él.

— Solo vengo a decirte que yo ya cumplí con mi maldito trato — lo miro a los ojos. Estaba demasiado tenso. Tal vez el tipo buscaba alguna respuesta — pero veo que tu no moverás ni un solo dedo hasta que te lo hayas tirado, ¿verdad?

— Porque mejor no te vas.

— ¿No te basto con que la otra vez te dejaran molido? Mew, no hagas que no te afecta porque se muy bien que si lo hace.

— ¡Que te largues!

— ¿Por él? — le pregunto su amigo, astuto, pues Mew no sabia que responder ante eso. Lo señalo con un dedo e intento irse a pasos lentos hasta donde estaba Gulf — No lo voy a negar, el niño es muy atractivo... y es tal como te gustan... ¿o miento?

— Si no te vas, me olvidaré de que eres mi amigo y te partire la cara, sin piedad.

— Porque no se lo dices Mew, dile que al final vas a terminar enterrándolo en el lugar mas podrido de Francia, dile que no se haga ilusiones contigo porque al final de cuentas vas a terminar matándolo como a todos...

A Gulf le entro un escalofrió. De alguna u otra manera empezaba a confiar mucho en Mew, tanto como para afirmar que no lo tocaría, que no se atrevería a tocarlo. Pero...

— Es a ti a quien no voy a dudar en matar... — Mew lo empujo, el cuerpo de Sunan se balanceo en su sitio, retrocediendo un par de pasos — No te metas en mis problemas hijo de puta — lo empujo de nuevo, esta vez mas fuerte. Sus músculos estaban tensos. No soportaba que nadie le dijera lo que tenia que hacer o que alguien le diera órdenes. Y lo peor, que lo dejaran mal parado en frente de una persona, en este caso Gulf. El hombre fue a dar a la pared con el siguiente empujón. — ¿Me has escuchado? — le pregunto Mew.

— No me das miedo.

— No me pongas a prueba lo mejor será que te vayas si no quieres que realmente me olvide de quien eres, ¿entendido? — le pregunto y Sunan no le respondió, prefería guardar silencio que humillarse más. Mew se le acercó al oído — Y una cosa más, no te metas con él, ¿está claro? Te explique muy bien el primer día quien estaba a cargo de quien... y él es mío.

— El esta terminando contigo, lo único que lograra esta calentura tuya es que te metan a la cárcel, no seas imbécil...

— Yo sabre que hacer.

— Para cuando realmente quieras hacer algo, será muy tarde, y ya no podrás cambiar de opinión — miro hacia atrás, hacia donde estaba Gulf que aún estaba observándolos a ambos — Él ya te habrá cambiado para siempre.



















— Era tu amigo... — pregunto Gulf.

— Es un cabron, siempre ha sido así — Mew abrió una lata de cerveza, mientras Gulf no le quitaba los ojos de encima. Había escuchado poco, pero lo necesario como para tener ciertas dudas.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — le pregunto Gulf y Mew lo miro.

— Te tendré aquí por un par de días más... — le dijo tirando la lata de cerveza a la basura y dejo de mirarlo. No quería que ningún sentimiento estúpido se pasara por el en ese momento.

— ¿Para qué? — le volvió a preguntar, porque necesitaba saber más sobre aquella respuesta — ¿Me vas a matar, es eso?

— No digas tonterías.

— Dime la verdad, lo he escuchado de tu amigo...

— Te lo dije, ¿no? Es un hijo de puta — Mew intento irse, pero ahora fue Gulf quien lo detuvo antes de que pudiera desaparecer.

— Dime — le pidió Gulf, Mew bajo la mirada, pero después de unos segundos volvió a subirla encontrándose así con la de Gulf.

— Te he dicho que no — susurro él. Mew odiaba sentirse de esa forma, era como si le costara hablar con Gulf. — No te mataré.

— ¿Puedo saber por qué? — Gulf volvió a preguntar. Y quizá esa era la pregunta mas absurda que los oídos de Mew habían escuchado. Su propia víctima preguntándole que porque no lo asesinaba.

— Que te de igual saberlo, ¿esta bien? No te interesa Gulf. Así que deja de preguntar, eso es problema mío — Mew se soltó de su agarre, intentando escapar de nuevo.

— Pero quiero saberlo... quiero saber la diferencia que hay entre ellos y yo... — Gulf volvió a jalarlo, deteniéndolo del brazo de nuevo. Y aunque Mew bien pudo zafarse de ese agarre, no quiso.

— No quiero ir a la cárcel. No quiero problemas, solo quiero el dinero y finalmente quedaras libre, eso es todo.

— ¿Solo por eso? ¿ Estas seguro? — Gulf  quería escucharlo decir más.

— Si — le respondió. Y ese era el final de la conversación, porque Mew no pensaba decir nada más — No quiero ni un maldito problema mas en mi vida. Ya son bastantes los que tengo, como para cargar con uno más.

— Esta bien.

Mew se soltó esta vez, y Gulf solo lo dejo ir.

— Y pronto yo también dejare de ser un problema para ti... — dijo Mew. Como siempre. Sintiéndose la porquería mas repugnante del mundo. La persona mas cruel. El problema mas grande. Sin pensar que tal vez para Gulf, el nunca había sido un problema en absoluto. – Pronto te dejare libre, Gulf. Y podrás seguir viviendo tu vida como antes de que yo entrara en ella.

Secuestro • MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora