Capítulo 26: Cita y una confesion.

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Mae.

Por fin era sábado y hoy saldría con Peter a almorzar, tome una ducha y sali con unos shorts rojos, una blusa que decía New York que hacia conjunto con una chaqueta de mezclilla y unos converse blanco, me puse algo de colonia y salí, escuche algunos gritos provenientes de la habitación de mi hermano pero yo ya me había alejado lo suficiente de ahí, camine hasta el parque donde ya me esperaba Peter con su moto.

-Hola linda- dijo el acercándose hacia a mi.

-Hola- Reí. Este chico sabia como hacer sonreirme a una chica.

El tomo mi mano y me condujo a su moto, ambos subimos y el comenzó a conducir.

Luego de un tiempo sentí una fresca y salda brisa, esperen ¿Estamos yendo a la playa?. Aparcamos en un estacionamiento, el sol hacían un perfecto conjunto con la brisa salda y el romper de las olas en la playa.

-¿Donde estamos?- pregunte confundida.

- En la playa- el tomo mi mano y entrelazo nuestro dedos guiandome hacia la playa.

-Vamos- apunto hacia el mar el cual rompía sus olas en la arena.

-No tengo traje de baño- conteste con tristeza- pero ve tu

El me sonrió y salio corriendo hacia el mar, comencé a reírme y camine acercandome a la orilla, me despoje de mis converse y sentí el contacto cálido de la arena sobre mis pies disfrutando del momento.

Alcé la vista y ví a Peter quien se adentro un poco más al agua, todo paso tan rápido, el se hundió y me pedía ayuda, al principio creí que se trataba de una broma y un milisegundo después me encontraba el agua buscándolo en el agua, acto seguido unas cálidas manos tomaron mi cara y la juntaron con otro haciendo que nos besemos, al principio me puse rígida pero luego seguí el beso rodeando su cuello con mis manos atrayéndolo más hacia mi, el tomo mi cintura atrayendome de igual manera como lo había hecho yo. El beso fue tierno como si con cada movimiento me fuera a romper entre sus brazos, al poco nos fuimos separan por las falta de oxigeno, ambos salimos a la superficie donde respiramos pesadamente al parecer ninguno de los dos recordaba que nos encontrábamos bajo el agua, y en menos de un segundo recordé por que me encontraba en el agua.

Golpee su brazo y salí caminando de ahí molesta pero al parecer no me fusionó pues salí corriendo detrás de mi y me atrapo con sus brazos haciéndome girar y reír hasta que llegamos a la orilla cuando me soltó, gire molesta y me encontré con sus ojos verde esmeralda vacilantes.

-Idiota- grite molesta y lo golpee en el brazo saliendo completamente del agua.

-Espera- grito tras mio antes de tomar mi muñeca y detenerme- si no lo hacia tu nunca hubieras entrado y realmente quería que entraras conmigo.

-Idiota... Creí que te había pasado algo- una lágrima se resbalo por mi mejilla izquierda- me asustaste... Creí que te había perdido.

-No llores... Lo siento, no debí preocuparte- y acto seguido me abrazo acariciando mi cabello susurrándome que todo estaba bien.

Después de desahogarme en el pecho de Peter comencé a sentir frío en la espalda haciéndome estornudar.

-¿ Esta bien?- me pregunto Peter al ver que estaba estornudando

- Tengo frío- dije tocando me el brazo intentando entrar en calor.

-ven- dijo rodeandome el cuello con su brazo derecho atrayendome hacia el y guiandome a una tienda cercana.

El sonido de una campanita alerto a las vendedoras de nuestra entra, una rubia de ojos cafés se nos acerco con una mirada divertida y curiosa.

-¿Que les puedo ofrecer?- pregunto una vez que se nos acerco.

Tenías que ser Tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora