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Hoseok se sentó en la mesa en la sala de conferencias, mirando la pantalla de
su ordenador portátil. Entonces sintió los bordes de una sucia sonrisa dirigirse a su
rostro. Leyó el e-mail nuevo.

¿Adivina qué? NamJoon me ha pedido que vaya a Las Vegas. Parece que ustedes chicos de catálogo necesitan a alguien para mantenerse en línea, y yo soy la persona para el trabajo. 😉

Estoy volando mañana, estoy esperando mi itinerario en este momento, después de lo cual me dirijo a casa a empacar. Parece que vamos a intercambiar el contacto a través del teléfono por
un verdadero cara a cara. Nos vemos entonces.
Jimin.

Maldita sea, incluso por correo electrónico, lo excitaba. Él necesitaba un hombre que lo mantuviera en línea, correcto, y él era el chico para el trabajo.
NamJoon le había dicho al equipo de catálogo que estaba trayendo ayuda exterior, pero aún no había decidido a quién, eso había sido esta mañana y ellos no habían oído nada desde entonces. Bueno, tendría que felicitar al Señor Jefe por su elección. Su polla ya estaba animándose a la vida en sus pantalones.

Por supuesto, la verdad era que, no sabía si Jimin estaría interesado en llevar su sexy conversación telefónica más allá ahora que realmente tendrían la
oportunidad. El sexo telefónico fue divertido, pero el sexo real era sin duda un evento totalmente diferente. Y aunque el parecía ser un chico tan malo como
podría desear, Jimin estaba saliendo con esa chica, Liz. El no siempre sonaba
feliz por eso, pero sabía que seguía viéndola, así que era difícil saber qué esperar de su visita.

Además de lo cual, tenían trabajo que hacer, y mucho. Joon le había
informado a él y a los otros tres muchachos en el equipo que el esperaba que trabajasen los fines de semana hasta que el catálogo de otoño estuviera listo para imprimir.

Afortunadamente, a pesar de esa conversación, su jefe no era un aprovechado; él le conocía lo suficiente para saber que no se esperaría que ellos trabajaran todo el día o que fuera algo totalmente agotador, pero sí esperaba que asistieran sábado y domingo, de nueve a cinco hasta que la tarea estuviera completa.

Lo cual significaba que podía aspirar a pasar mucho tiempo con Jimin, pero
no tenía idea de cuánto de éste, en su caso, sería social. Y maldita sea, quería
conseguir socializar con el. Quería intimar absolutamente, si el lo dejaba.

A partir de ahora, sin embargo, el era un hombre misterioso. Él sabía que
era inteligente, capaz, coqueto, y le dio un buen sexo por teléfono, pero no tenía
idea de cómo sería en persona. De hecho, por todo lo que sabía, el estaría
avergonzado sobre cuán sucio se habían vuelto el uno con el otro en el teléfono esa
caliente, caliente noche. Por supuesto, no parecía incómodo en su mensaje de
correo electrónico, pero... bueno, sólo tendría que sentirla un poco para saber la
verdad.

Abriendo la pantalla para responder, él tipió.

Tengo ganas de intercambiar el teléfono por el verdadero tú. Sí, NamJoon se queja de que no tengo la disciplina adecuada. Así es, he sido un chico muy malo... pero tal vez me puedas enseñar... a escribir el texto del catálogo que será de interés para la demografía.
La mala noticia: El jefe ha anunciado que vamos a trabajar los fines de semana hasta que el catálogo este terminado.
La buena: nuestras noches estarán libres. Dame una llamada a la
oficina después de acomodarte en tu hotel y haremos planes para reunirnos mañana por la noche. Te mostraré la ciudad del pecado con estilo, Jimin.
H.

El calor de la anticipación onduló a través de él cuando presionó Enviar. El
mensaje no contenía nada más que las burlas y coqueteo que acostumbraban, pero sería su respuesta lo que importaba.
Miró su reloj. Un poco después de las dos, y después de las 7 en Seúl. Maldita sea, tendría que esperar que el lo recibiera antes de irse, o que revisara su e-mail mañana en algún momento durante el viaje. Sin embargo, él quería que lo recibiera ahora, así que no tendría que esperar y preguntarse, sufriendo por cuál sería su respuesta.

Pecado en Las Vegas [HopeMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora