CAPÍTULO 5: LAS COMPRAS

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Narra escritora.

La semana pasó demasiado rápida para los chicos, se acercaba el fin de semana y con ello se acercaba el cumpleaños de Maryan.

Estaban a un día del gran día, habían salido temprano de clases por lo que decidieron aprovecharlo al máximo. Salieron a comer y decidieron separarse en parejas para comprarle un regalo a Maryan y ya después uno individual.  

Alex: Bien, aquí están los papelitos.

Dijo soltando en la mesa papeles doblados por la mitad.

Alex: Maryan por obvio no está dentro.

Maryan: ¿Qué haré yo durante este tiempo?

Alex: Ve a las maquinitas o yo que sé.

Maryan: Joe, me iré a comprar un auto-regalo.

Alex: Bien entonces quedamos que Samuel, Elisabeth y Jesús son los candidatos para ver quién va con ellos, agarren su papel.

Uno a uno iba agarrando su papel y lo desdoblaban para saber con quien se iban.

Samuel: Yo voy contigo, Alex.

Jesús: Yo con Elyas.

Elisabeth se quedó callada al ver el nombre que le había tocado.

Alex: ¿Y a ti te tocó con?

Elisabeth: Herny.

Dirigió su mirada a un punto cualquiera, no quería verle a la cara puesto que le daba vergüenza que la viera. 

Adolfo: ¿Y yo?

Dijo indignado.

Alex: Tú vienes con nosotros, ¿te parece?

Adolfo: Si no hay de otra pues vale.

Alex: Entonces andando. 

Cada quién se retiró dejando a Maryan solo.

Maryan: Se ha quedado un buen día, ¿no? 

Dijo para sí mismo. 

Los chicos fueron a diferentes tiendas departamentales en busca de algo que le gustara a Maryan.

Herny: Creo que esto le podría gustar, ¿qué dices?

Dijo mostrando un par de jeans de color café con una camiseta azul. La menor no le respondió, su mirada se mantenía fija en algún punto cualquiera.

Herny: ¿Eli?

Pero siguió sin responder. Acercó su mano para tocarle el hombro cosa que la espantó.

Elisabeth: ¡Que susto, macho!

Herny: No quería asustarte lo siento, es solo que te estaba preguntando algo y no me respondiste. 

Elisabeth: ¿Qué preguntaste?

Herny: ¿Crees qué esto le guste?

Volvió a enseñar las prendas en su mano.

Elisabeth: Claro, es una bonita vestimenta, le quedará chulisima. Yo aún no sé que regalarle.

Herny: Podemos regalarle cebolla.

Y se rió ante la sugerencia que había dado ya que sabía lo mucho que odiaba la cebolla el rubio.

Elisabeth: ¡Puede ser una gran idea! ¡Su cara sería algo épico de ver!

Dijo en un tono divertido.

Herny: Vamos a comprarle un par de cebollas.

Mientras se dirigía para comprarle el gran obsequio a su amigo, Elisabeth volvió a perderse en sus pensamientos cosa que el mayor lo notó. Agarró su mano y la entrelazó.

Elisabeth: ¿Qué haces?

Herny: ¿Te molesta? Sé que dijiste que no quieres nada conmigo y lo entiendo, pero te noto muy distraída y me preocupas.

Elisabeth: Mi mente está en un lío constante. 

Herny: ¿Quieres contarme lo qué sucede?

Elisabeth: ¿Alguna vez te ha gustado alguien y tienes miedo qué ese amor no te corresponda?

Herny: Sí, me acaba de pasar recientemente, me gustaba alguien pero me dijo que no sentía lo mismo que yo.

Elisabeth: Oh, lo siento. ¿Quién era?

El mayor no sabía si decirle o esperarse al plan de Samuel. Optó por esperar.

Herny: Jesús.

Mintió, ya que fue el único nombre que se le vino a la mente. El mayor sabía perfectamente que nunca le llegaría a gustar Jesús de alguna forma sentimental ya que no era el tipo de persona que quería con él y nunca lo sería. 

Elisabeth abrió los ojos como platos al escuchar su nombre.

Elisabeth: No sabía que te gustasen los hombres.

Herny: Solamente él me ha gustado pero bueno ya no importa, seguimos siendo los mismos amigos de siempre.

Elisabeth: Eso es bueno, me alegro por ustedes.

Herny: ¿Y quién te gusta a ti?

Elisabeth: Alex.

Mintió.

Al escuchar ese nombre soltó su mano. El mayor no sabía que decir y solo quería salir de ahí, no podía enfadarse con el más pequeño puesto que no era su culpa y lo que le calmaba era que Alex sabía perfectamente los sentimientos que Herny tenía con Elisabeth y él no intentaría nada con ella.  

Herny: Creo que deberías decirle.

Elisabeth: Tal vez lo haga mañana en la fiesta de Maryan.

Herny: Pues mucha suerte con eso.

Elisabeth: Muchas gracias, Herny. 

Herny: Luego me cuentas lo que te dijo.

Compraron lo que sería el regalo para su compañero, posterior a ello fueron en busca de los demás. Y solo tuvieron éxito con Jesús y Elyas.

Herny: ¿Qué pasa compañeros míos?

Preguntó acercándose poco a poco a donde se encontraban sus colegas.

Jesús: Los andábamos buscando.

Herny: Y nosotros a ustedes, pero ya estamos aquí.

Elyas: Vamos a buscar a los demás para irnos.

Herny: Maryan lo más seguro es que aún no tenga su regalo, ese niño es muy vacilante con lo que quiere, conociéndole debe de andar buscando algún control o accesorio nuevo para la play.

Jesús: Vamos a buscarle a él y a los otros.

Y antes de emprender camino suena el móvil de Elyas.

Elyas: ¿Qué pasa?... Sí, seguimos aquí... Vale, entonces nos vemos ahí... Tú igual.

El de tez morena dirigió su mirada al resto del grupo.

Herny: ¿Quién era?

Elyas: Adolfo, me dijo que ya están en casa y que Maryan se fue con ellos.

Los chicos salieron del centro comercial y se dirigieron a su hogar. Al llegar el resto de la tarde pasó como cualquiera otra. Nada que destacar.

Los chicos decidieron ir a dormir, puesto que mañana sería un día muy movidito. 

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¡Bueno, que inicia la semana y con ello traemos nuevo capítulo!

Espero de todo corazón que les guste, ya saben que cualquier sugerencia es bienvenida. <3

Díganme, ¿qué tal les pareció? 

Quise enfocar este capítulo en Herny y Elisabeth. 

Sé que es algo cortito el capítulo, pero quiero dejar lo interesante para el siguiente capítulo, y yo solo digo que estará más intenso que nada, jajaja. 

Sin nada más que decir se despide la escritora, hasta la próxima. 

UNA VIDA DESPUÉS DE ELLA I  HERSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora