Se acercó al mayor y disimuladamente le olfateo. Aún cuando sentía las miradas de sus amigos no pudo evitar agarrarle la mano. Tal contacto le causo un pequeño y agradable estremecimiento. Si antes existía la duda, ahora había desaparecido.
—Kiryuu es mío.
Alguien se le acerco por detrás y le toco el hombro, por lo que se giro para mirarle.
—¿Qué dices, Shiki? No te estarás equivocando —dijo Takuma con una mirada preocupada.
Antes de que pudiera contestarle, un arma anti-vampiros se encontraba apuntando a su amigo.
—Deja de tocarle, sabandija.
El rubio se aparto rápidamente, al igual que los demás aristócratas.
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Micro-Relatos
FanfictionUna serie de micro-relatos que desde hace mucho, estaban guardados en mi cuaderno.