Steve y Herobrine

Capitulo Final

Escapar...aun no entiendo muy bien como lo logramos, tal vez solo fue un golpe de suerte o así esta previsto, lo ultimo que recuerdo de esa persecución es que Steve me estaba ayudando a correr pero tropezamos y caímos, Notch me iba a volver a golpear pero tire un relámpago y todo se cegó, de ahí nada más hasta que desperté en una cueva con una que otra venda con Steve apoyado en mi hombro durmiendo, ya no importa mucho, solo importa que lo logramos en una pieza.

Las heridas que ese dia recibí me mantuvieron débil por un buen tiempo pero gracias a la ayuda de Steve y su amor incondicional encuentro mejor que nunca, ahora nadie nos volverá a molestar.

Después que me recupere logre encontrar un lugar apartado de todo, un sitio donde Notch no se le ocurriría buscar. Otra de mis grandes dudas es por que nos paro de perseguir, en las condiciones que nos encontrábamos éramos un blanco fácil. Al parecer decidió dejarnos y seguir con su proyecto de hacer que este mundo se poblé con más humanos, así lo e confirmado, cuando salgo a buscar alimento suelo ver gente talando arboles o construyendo algo, pero claro, no se quedan hay por mucho tiempo.

Me e dedicado a ahuyentarlos de los alrededores de nuestro hogar, ya sea solo con mi presencia o simplemente dañandolos, lo ultimo lo encuentro bastante divertido. Aunque Steve trate de mantenerme "bien" por así decirlo, es difícil ignorar esa voz en mi cabeza diciendo que haga daño por eso encuentro que la mejor solución es desquitarme con estas personas, puede sonar cruel pero prefiero a ellos lastimados que a mi amado, a parte ellos se lo han buscado, se acercan a nuestro territorio, y como buen macho alfa me deshago de ellos, si descubrieran nuestro lugar probablemente Notch tambien nos encuentre.

Normalmente solo corren con verme pero esos poco que se quieren hacer pasar por héroes, esos son los mas divertidos. Sujetan sus espadas fuertemente con sus ojos llenos de ira y audacia, gritan, se abalanzan contra mi, simplemente los esquivo y los empujo haciendo que se caigan, se enojan más , se tiran contra mi una y otra vez sin ningún acierto, finalmente los golpeo hasta que queden lo suficiente heridos para no moverse pero no para matarlos, esto solo es un juego para mi.

Steve se mantiene inocente ante esta situación, para él yo voy todo los días a cazar y recolectar minerales, se muy feliz ya que cree que e progresado con mis ataques de maldad, solo si supiera... pero nunca lo sabrá, me e preocupado de deshacerme de toda evidencia de los ataques y conseguido minerales de la gente que e herido para probar que he salido a recolectar.

Mientras yo salgo él se dedica a minar a las cuevas cercanas las cuales siempre me dedico a revisar para ver si alguien más las a descubierto. Steve tampoco se ha enterado de que hay otros humanos como nosotros, su nulo conocimiento ante todas estas situaciones me parece adorable.

El tiempo a pasado, las víctimas que he dejado de mis ataques han hablado, cuando voy casualmente de incógnito a las ciudades pequeñas que ellos han construido e escuchado rumores sobre mi entre las personas, se dice que soy el hermano muerto de Notch, que los mobs me temen, que ya he matado a personas, que poseo poderes sobrenaturales que me hacen invencible, la gran mayoría puras verdades, me e convertido en un mito, en alguien que no se quisieran encontrar lo que facilita mi trabajo de alejarlos de mi hogar.

Vuelo a mi casa como todos los días, con la evidencia de mis delitos borrada, con un ramo de flores en una mano para mi amado, él se encuentra en la casa y se ve feliz de mi regreso, yo solo sonrío y le extiendo el regalo.

- ¡Oh! son muy lindas , gracias- me devuelve la sonrisa- ¿Como te ha ido hoy?

-Todo bien, solo que no e podido encontrar ningún mineral, por eso las flores en compensación- Steve rió dulcemente y me abrazo.

-No era necesario, hay días buenos y días malos- sello sus labios con los míos en un dulce beso- yo tampoco e conseguido algo bueno hoy.

- A, entonces ¿Puedo tener una compensación?

-Como que una...- lo beso apasionadamente, su cuerpo se apega más al mío, finalmente lo tomo a estilo nupcial y lo llevo a la habitación que compartimos para jugar un rato.

Lo dejo en la cama, lo beso por todos lados, mis manos recorren sus costados haciendo que se estremezca, bajo más hasta esa zona y la rozo suavemente causando que un dulce sonido se escape de sus labios. Estos pequeños detalles son los que me motivan a seguir adelante con lo que hago, para seguir protegiendolo de las cosas que hay aya afuera.

Este es mi pequeño pedazo de paraíso, nadie sabe donde queda, nadie lo sabrá jamas. Nadie puede molestarnos y seguirá así, esto no cambiara jamas.