❛ 𝘅𝘃𝗶𝗶. 𝗂 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝗇𝗈𝗍 𝖻𝖾𝖺𝗋 𝗍𝗁𝖾 𝗂𝖽𝖾𝖺...

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❛ 𓄼 CAPÍTULO DIECISIETE 𓄹 ៹

          LOS GRITOS DE RACHEL LASTIMARON MIS TÍMPANOS

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          LOS GRITOS DE RACHEL LASTIMARON MIS TÍMPANOS. No porque estuviera junto a ella, o porque sus poderes hubieran intensificado sus gritos de dolor. De hecho, estaba a varios metros lejos de la casa y ni siquiera Dick o Donna la escuchaban si no se acercaban un poco más.

Imaginé que era la conexión que tenía con Rachel, llamándome y taladrando mi cabeza para ayudarla. Protegerla. Cuidarla. No me detuve a pensarlo dos veces cuando ya corría al interior de la casa con ambas personas atrás, respectivamente.

Apenas había cruzado la puerta cuando un cuerpo fue impactado contra mí, y fui lanzada a un costado sintiendo la madera romperse a mis espaldas. Fruncí el ceño soltando un quejido de dolor, distinguiendo la verde cabellera de Gar como la razón de aquello.

Me retuerzo en el suelo sin dejar de quejarme, era una sirena, pero seguía siendo mitad humana.

Los ojos de Dick se posaron rápidamente en mí en lo que Donna se hacía cargo de la situación. Y aparentemente, Kory era la situación con la intención de asesinar a Rachel.

—¿Están bien? —nos preguntó a Gar y a mí ayudándonos a sentarnos.

Gar afirmó. —Espero estarlo —contesté por mi parte.

—Buena atrapada.

—¿Qué diablos pasó? —pregunté envolviendo su brazo con el mío.

—Intentó matar a mi hija —respondió Ángela sin soltar a Rachel, caminando a nosotros—. A tu prima —recalcó, como si ella no supiera.

—¿Rachel?

—Intentaba que Kory recuperara la memoria —la adolescente y los adultos giraron a ver a la rosada, inconsciente en el suelo—. Tal vez hice algo malo.

Y al instante, Kory despertó confundida preguntando qué había pasado.

—Trataste de matar a Rachel —musita la de piel oliva sin saber cómo actuar ante la situación.

—¿Qué? No, yo no haría eso —solo se había levantado y la rubia oscura la echó de su casa entre maldiciones.

—Vayan por Kory, curaré a Rachel —ordena girándose a la pelimorada y extendiendo los brazos a ella—. ¿Estás lista?

—Solo hazlo —murmuró, aún estupefacta.

Petrova asintió envolviendo sus manos y dedos alrededor de su cuello, más preciso en las marcas rojizas, contando hasta cinco para separar las manos y ver su cuello completamente blanco, como su piel.

𝐌𝐄𝐑𝐌𝐀𝐈𝐃 ៹ 𝗍𝗂𝗍𝖺𝗇𝗌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora