Porque nos pertenecemos

Mew y Gulf [Parte única]

Mew Suppasit era la definición de serenidad y tolerancia. Sus gestos gentiles y el aura suave que desprendía te daban una idea de lo pacífico que era. Pero como todo humano, no era la excepción de sentir molestia y terminar volcando sus emociones. Cuando lo hacía, había de andarse con cuidado, porque nadie quería ver a Mew enojado, a nadie le gustaría estar en el lugar de la persona que había causado tal irritación. Nadie deseaba estar en el lugar de Gulf Kanawut.

El pobre chico intentaba hacer las paces con su mayor, persiguiéndolo por todo el set de grabación, pero este no quería ni mirarlo. Todo por un pequeño malentendido que ninguno de los dos supo manejar correctamente. Todo por un videojuego donde Gulf terminó por gritarle a Mew.

Ahora debían filmar una escena que por suerte no era muy melosa, pero sí era una donde estaban juntos y debían intercambiar un par de diálogos.

El staff sentía la tensión, el ambiente en sí era sumamente incómodo. Si los protagonistas estaban enojados entre sí, la química en general se iba al carajo.

¿Cuál era una de las razones principales por la que la serie estaba teniendo tanto éxito? Precisamente la conexión especial entre Mew y Gulf. Tramas similares en otros dramas podrían existir miles, e incluso, con mayor calidad, pero no tenían lo que TharnType poseía, y eso era la chispa que los actores encendía en todos los espectadores. Hacían un trabajo espectacular, pero juntos lo multiplicaban al infinito. Por ello todo el elenco estaba nervioso. No era una buena señal la distancia que estaba poniendo Mew con su coprotagonista. No era normal en ellos que siempre aprovechaban la menor oportunidad para abrazarse o mantener de alguna forma contacto físico; un sutil roce, juegos estúpidos, cualquier cosa que los mantuviera unidos.

El director impaciente ordenó que los actores se colocaran en sus posiciones, las cámaras, iluminación, micrófonos y elementos de apoyo no podían esperar, y pronto comenzaron a grabar. Gulf no estaba concentrado, sus diálogos salieron simples y planos. Era normal que no saliera perfecto a la primera toma, mas daba la sensación de que les llevaría más tiempo de lo habitual. Kanawut cerró los ojos en la cuarta ocasión, sentía el peso de la culpa en sus hombros, estaba retrasando el rodaje y sabía incluía el trabajo de todo el staff, hasta afectaba la post-producción que ya en sí tenía el tiempo medido. En realidad cada segundo transcurrido era dinero perdido si no era productivo.

Mentalmente se regañó y se maldijo. Sin embargo, no podía meterse en la piel de Type, en ese instante era Gulf preocupado porque Mew le odiara hasta el final de los tiempos. No quería ser despreciado, mucho menos por el actor, y amigo, que tanto admiraba y por el cuál su carrera profesional comenzaba a tomar una forma sólida que nunca imaginó.

Mientras cerraba los ojos y exhalaba el aire ruidosamente, sintió unas manos grandes y fuertes descansar en la curva de su cintura. Y fue un poco estúpido, porque nadie más lo tocaba así, nadie más tenía esos dedos largos y firmes, pero aun así, Gulf dudó de que se tratara de su coprotagonista. Abrió los ojos con el corazón latiendo desordenadamente, desesperado por un milagro. Y fue escuchado, porque Mew le sonreía como si todo estuviera bien. Como si ellos estuvieran bien.

Su cuerpo entero se relajó, con solo contemplar la curva de sus labios, los nervios tensos de su cuerpo regresaron a la normalidad, y el aire a sus pulmones parecía desintoxicarse. La seguridad se coló en sus poros y asintiendo repitieron una vez más la escena, solo que esta vez quedó como lo planeado. Y el resto del día fue igual de provechoso. Gulf se sentía contento de que Mew haya decidido perdonarlo. 

Confiado, al salir del estudio se acercó a Suppasit para pedirle que lo acompañara a ir por unos tragos, era fin de semana, les darían el domingo de descanso y quería aprovechar para desestresarse.