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Antonella:

Llegamos y ahí estaba Sebas, como no tenía el celular no le pude avisar de que Diego me tenia que dar las entradas. Me adelante para hacer rápido el tramite, ya sentía que algo iba a salir mal. Lo agarre a Sebastian del brazo y lo llevé lejos de mis amigas.

— Uyuyuy, gracias anto yo sabía que podía contar con vos.

— Si no se, necesito igual que me hagas un favor enorme, pero ¡ENORME! ¿Me escuchaste?

— Si vo, ¿que queres?

— No te comas a nadie en frente de Fer, ni de las chicas, somos amigos todos y yo se que vamos a terminar en la misma rondita así que, hace que la pasemos bien todos, solo vos y yo sabemos lo que pasó, no arruinemos las cosas... — lo agarre del brazo y lo mire con cara de por favor. Sebastian era un becado de la escuela, él venía de un barrio distinto, de cosas distintas y eso a Fer no le cabía.

— Si más o menos boluda, Sofia también sabe que paso por si te olvidas.

Mientras que para Fer la ruptura de ellos fue porque a Sebastian lo estaban por cambiar a su antiguo colegio y él ya no iba a tener tiempo para su relación. Para Sofia, Diego y yo era porque la familia de Sofia empezó una denuncia en contra de Sebastian y su familia por haberle vendido droga a Sofia y Sebastian quería escapar.

— No digas nada, no te mandes cagadas, no nada, ¿esta bien?

— Si boluda, a parte yo la sigo queriendo a Fer, ella es una re buena persona, pero las cosas son así, mis viejos están viendo de mandarme para Rosario si jodo mucho. — íbamos a seguir hablando cuando Diego vino y me miró con una cara extraña y fue mi señal para volver con mis amigas.

(...)

Al entrar al boliche lo primero que sucedió fue de perderme de mi grupo de amigas, las quise buscar pero me tentaba más bailar e imitar a las demás chicas que seguramente tenían cancha en esto. Unas chicas me incluyeron en su grupo y estuve un rato hasta que sentí un choque de atrás.

— ¡Uhhh! ¡Disculpa linda! — me dijo un chico, me había tirado vino en el top blanco de Juli. Me iban a matar. — ¿Estas sola?

se acercó a mi oreja para no gritar y que lo pudiera escuchar. Mire a mi alrededor antes de responderle y efectivamente, las chicas que se habían hecho mis amigas se habían ido. Le sonreí nerviosa, la presencia de él era muy fuerte contra mí.

— ¡Se ve que si! — le dije en el oído también.

y mágicamente no se si para bien o para mal, me había integrado a su grupito de amigos, habían dos chicos y una chica. me puse con ellos toda la noche.

Mis amigas habían desaparecido y a mi no me quedaba otra que esto o nada...

-𝟏𝟓 || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora