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Antonella:

Ya sabia los nombres de todos en el grupo una vez que habíamos estado yendo y viniendo de la pista a la barra, les pedí perdón por no poder aportar para los tragos y les explique que había perdido a mi grupo... y a mi teléfono. Me dijeron que después se los devolvía, que no había problema. Ellos pensaban que nos íbamos a volver a cruzar, si supieran que no pienso pasar por esto otra vez.

Mauro y Nadia se fueron, ya sabia sus nombres, Nadie estaba cansads así que Mauro la tuvo que acompañar, eran pareja. Valentin se empezó a comer a una y nos dejó a Mateo y a mi solos.

Bailábamos tan concentrados en nosotros que sentía que no había nadie más, poco a poco nuestros cuerpos empezaron a juntarse más y pasamos de, él chico que me había hecho no pasarla tan mal esta noche y hacerme pertenecer a un grupo, al chico que tenía ganas de besar.

Me acerque insinuandome y volví a alejarme un poco, sus manos que estaban en mi cintura viajaron rápidamente a mi rostro a penas hice eso.

— Mira que conmigo es beso o nada. — me reí saliendo del contexto sensual de nosotros y puso cara de desconcertado, y rápidamente me robo un beso.

Empezó lento y seguro, yo un poco nerviosa porque había chapado máximo 3 veces en mi vida, dejándome llevar por la situación terminamos los dos chapando en cada rincón oscuro que encontrábamos, ya que después de un tiempo venían a molestarnos. Hasta que en un momento y no se como, entramos al baño y nos encerramos en un cubículo, me sente arriba suyo y desapareció mi top blanco y estaba desesperada por sentir que nos estábamos pegando más y más.

Pero se escucho un ruido fuerte de afuera. La puerta se abrió y se cerró de un portazo y levante rápidamente el top que ahora no sólo tenía manchas de vino, sino también de la mugre del piso, le pedí a Mateo con señas y desesperación que me lo pusiera otra vez, y ahora los dos desesperados luchabamos del susto que teníamos en poner el top y subirnos al inodoro para que no se los vean los pies por debajo.

— ¡LA ODIO! ¡LA ODIO BOLUDA! — y reconocí su voz... — ¡ES UNA FORRA SE CAGO EN MI, ELLA Y SEGURO LA HIJA DE PUTA DE ANTONELLA! — lloraba desconsoladamente Fer del otro lado de la puerta que nos separaba, Mateo estaba pegado a mi escuchando el chisme más que preocupado. Pero yo, había escuchado mi nombre y adelante de él un "hija de puta" desconsolado...

— Yo no puedo creer lo que te hizo, no lo puedo creer, realmente no es una buena amiga, años estuvimos con las dos para que nos caguen así. — Mateo me miró y me sonrió contento, había encontrado chisme y yo una traición. — Antonella no sabemos, tenemos que ver, pero seguro ella llegó a más con Sebastian boluda, estoy re segura, si viste que es una rapidita.

m dolió.

— Yo le di todo a Sebastian y ellas lo sabían y me cagaron así — lloraba y lloraba, todavía no entendía que pasó pero me hacía una idea. — A julieta no la quiero ver nunca más y a Antonella tampoco, porque las veo y las mato.

— ¿Que habrá pasado no? — me susurra Mateo. Lo miro un poco triste y tambaleandome.

— ¿¡QUIEN ESTA AHÍ!? — grito sofia. nos miramos con Mateo, nos hicimos señas con los ojos de quien salía y como ninguno de los dos estaba dispuesto a afrontar la situación decidí hacer la cosa más estúpida del mundo.

— Ahh, ahh — tire gemidos y respiraciones bajitas. todo el baño se quedó en silencio, golpee a Mateo y él empezó a gruñir despacio como si estuviéramos teniendo relaciones.

Se escucho como la puerta se cerró.

Nos bajamos y salimos del cubículo, me mire por fin al espejo, todo el top sucio, el labial corrido, tres chupones gigantes. Mateo no se quedaba atrás... Pero el problema era yo.

—¡FUA BOLUDA VISTE ESO! — se cagaba de risa Mateo mientras yo trataba de limpiarme todo el top asqueroso y el labial corrido. — ¿Quienes serán esas? Alta historia, deci que no les vi la cara sino ya salía a preguntar.

— Ahh, sos un chusma bárbaro vos. — Le dije tratando de reírme un poco, pero no podía.

— Si, ¿Y, vas a hacer algo? — me agarro de la cintura ppr atrás y se pego a mi, dándome besos en el cuello nuevamente, esta vez lentos, más tranquilos.

—¿Me decis la hora por favor? — le pedí casi en un suspiro.

—Son las cuatro y cincuenta corazón... — abrí rápido los ojos, lo separe y le pedí perdón pero que me tenía que ir, le di unos últimos besos de despedida, uno más dramático que el otro y le di mi instagram para no perder el contacto, al fin y al cabo, me habían gustado sus besos.

y corri a mi muerte segura y a la pelea de mi vida con mis amigas.

-Alguien🌊

toy ocupada y no puedo actualizar asi que hoy a la madrugada se vienen maratones de todas mis novelas y estoy pensando en sacar una nueva fic

-𝟏𝟓 || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora