Mi Humano

CAPITULO 6

 Tres días, tres eternos días en los que tuve que dormir fuera y ser bañada con una manguera, todo por las pulgas, menos mal que existe Shampoo para perros que son bastantes efectivos para esto. Matt me hacía "caricias" con un palito y Beth se ponía un sobretodo amarillo con guantes de látex, parecía los de Monster Inc. que hacían la desinfección; Theo era el que mejor se comportaba como el no corría tanto riesgo de que se le pegaran, sólo se mantenía alejado por un metro de distancia. Los apodos que recibí por esos días fueron horribles menos uno el cual me lo puso mi amado

- Sabes esto tiene su lado bueno- levanté una ceja y lo mire seria ¿Qué podría tener de bueno esta mierda?- puedes usar este tiempo para pensar ¿En qué? no lo sé, a mi me sirvió para ponerte un apodo -¿Otro más? Yupi, que divertido- Pulga, no solamente por los bichos sino porque eres chiquita y un poco molesta pero porque estas llena de energía... eso te hace adorable.

Bueno, no era el mejor apodo del mundo pero decir que en ese momento no quería tirarme a sus brazos y besarlo como si no hubiera mañana sería una gran mentira; juro que cuando pase esto lo besare y tal vez hoy sea mi día de suerte pues los Irwin nos habían invitado a cenar.

Pase dos horas mirando las puertas del pequeño armario, quería ir linda pero a la vez siendo yo, así que opte por un pantalón de Jean con una remera básica negra que tenía las fases de la Luna, ¿gracioso no?.

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La cena fue maravillosa, Teresa me contó muchas cosas que hacía Theo de niño, y Matt contó como tuve una etapa en la que quería ser una abeja y andaba vestida de amarillo y negro todo el tiempo (omitió que se debía a el miedo que me daban los lobos de la manada, tenía solo 6 años). Luka y Sara fueron a comprar helado y con mi humano fuimos hasta una plaza que quedaba en el barrio ya que mi amigo y Beth estaban "lavando los platos", estábamos sentados en un banco del lugar, y me había puesto a mirar la Luna, es lo más hermoso que mis ojos han visto aparte del joven que está a mi lado

- ¿Por qué les atrae tanto la luna? ¿Y por qué se refieren a ella como una diosa?- Si algo me gustaba de este chico es que a pesar de no comprender este mundo en el que ahora estaba metido es que se sacaba todas las dudas para poder entenderlo.

- Es por una vieja historia que para nosotros es la gran verdad sobre nuestra especie, tiene diferentes versiones pero siempre es lo mismo. - Me miro esperando que siguiera, yo pose mi mirada sobre él unos minutos y luego volví mi vista a la bellísima Luna- "La historia habla sobre La diosa Luna y sus tres hijas Creciente, Menguante, y Llena; esta última tenía una especie de fanatismo por los humanos así que de vez en cuando bajaba a verlos, su madre siempre le advierto los peligros que estos seres traían consigo pero ella no escucho, está joven amaba tomar la forma de un animal en especial, el lobo. Una noche cuando su hermana Creciente se encontraba haciendo su trabajo ella bajó y se transformó en su animal, blanca como la misma luna que lleva su nombre y con un aura poderosa se dedicó a correr por el bosque hasta que sedienta se acercó a un lago y ahí pudo observar su verdadero reflejo, una joven de ojos plateados y cabello blanco con piel de porcelana, la más bella de todas las mujeres. Un joven se encontraba escondido detrás de unos arbustos esperando para darle caza al primer animal que se posara en el lago, pero él quedo cautivado con el reflejo de ella, y sin darse cuenta se acercó a la pequeña diosa, y está también lo consideró el humano mas hermoso que había visto y se transformó, ambos se enamoraron a primera vista. Durante varias noches se reunieron y compartieron su amor, menos cuando fue el turno de la Diosa de ocupar su lugar en el cielo nocturno, esa noche el joven se la paso mirando al gran astro y ella iluminando el lago donde siempre se reunían.