20. Yo te amé primero.

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Ambos chicos caminaban por un parque de la ciudad, tomados de la mano, como aquellos años de su infancia. Ahora era distinto, todo era claro, sus sentimientos lo eran. Ninguno cabía en tanta felicidad, pero aún sentían que en cualquier momento, la mano del otro se desvanecería entre sus dedos.

—Lou... —Rompió el silencio.

—¿Sí?. —Se apresuró a responder.

—¿Recuerdas aquella cita que tuvimos cuando éramos niños?. —Preguntó, curioso.

—Claro, en tu casa, fue una de las mejores noches de mi vida. —Dijo, con una sonrisa sincera en sus labios.

—En el momento que te lo pedí, ¿Sabías a qué clase de cita te estaba invitando?.

—En ese momento yo no entendía mucho sobre eso, al yo ser el mayor de mis hermanas, nunca las vi salir en citas. No sabía diferenciar esos sentimientos, amistad, amor... Todo era lo mismo para mí. —Admitió.

—Yo creía que sabías de lo que hablaba cuando respondiste esas preguntas, cuando me dijiste que te gustaba. —Rió, divertido.

—Oh, no amor, lo que te dije fue la verdad y es exactamente de la manera en la que lo creíste en ese momento. —Sonrió con nostalgia. —Solo que yo no sabía que eso que sentía por ti, era algo más que amor por un amigo. —Su expresión se endureció. —Por muchos años me negaba a aceptar esos sentimientos, tenía tanto miedo a cómo me hacías sentir, te tenía miedo, Harry. —Dijo, con seriedad.

—¿Tenías miedo de mí? ¿Era por cómo me comportaba contigo?. —Preguntó, preocupado.

—No. —Se detuvo y lo observó fijamente a los ojos. —Tenía miedo de lo mucho que te amaba, de que te dieras cuenta de lo insignificante que yo era y decidieras dejarme. Tenía miedo de amarte tanto y que un día me abandonaras, de que hicieras tu vida y me dejaras atrás. —Sonrió, con los ojos acuosos. —Era tan débil, tan patético y lo sigo siendo, pero también soy un egoísta de mierda y quiero que estés conmigo, no quiero verte con otro, quiero que me ames solo a mí, que te quedes a mi lado y que con algo de suerte, tú sientas lo mismo que yo. —Acercó su mano lentamente a la mejilla de Harry, acariciándola y dejándola ahí, sintiendo el frío de su piel.

Harry sonrió y negó con la cabeza. —Lou, yo te he amado desde el primer momento que te vi. Eres la persona más fuerte e increíble que jamás he conocido, te admiro. —Colocó su mano sobre la del castaño. —Yo tengo suerte de ser amado por ti.

Una lágrima rodó por la mejilla del mayor. —Yo te amé primero. —Sonrió ampliamente.

—Es mentira, yo te vi antes de que tú a mí. —Replicó, divertido.

—Es lo que tú piensas. —Le dió un guiño y se adelantó en el camino.

—Lou... ¿De qué hablas?... ¡Espera!. —Gritó, apresurando el paso para alcanzarlo.

...

—Louis... cariño. —Decía su madre mientras le suplicaba que bajara del coche.

—No quiero ir al parque, no sin papá. —Se negaba a obedecer.

—Tu papá no está aquí, ya hablamos de esto, amor. —Repetía al borde de la desesperación.

—Pero él volverá, él me lo dijo, solo fue a trabajar por mucho tiempo. —Aseguraba.

—Amor, sé que esto es... Sé que no lo entiendes aún, pero ya lo entenderás cuando crezcas, ahora solo baja y anda a jugar con tus hermanas. —Decía entre lágrimas.

El pequeño levantó la mirada para ver a su madre llorar y sobre el hombro de esta, a lo lejos, corriendo tras una niña castaña unos años mayor que él, vio a un pequeño con rizos que se revolvían con el viento. Le vio reír y en su estómago sintió mariposas. No sabía por qué, pero al ver a aquel niñito, todo el mal humor y cualquier pensamiento negativo que habría existido en él hace apenas unos segundos, había desaparecido por completo. —Bien, bajaré, pero solo me quedaré sentado en un banco, no quiero jugar con mis hermanas. —Aseguró.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2021 ⏰

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Life is blue [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora