•my only star• >>park seonghwa

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Pizza de pepperoni. Típico. No me quejo, en este momento podría comer cualquier cosa.

—Te traje aquí, porque no sé si te sentirás a gusto con la comida coreana.—dice mientras se rasca la nuca, nervioso.

—Gracias.—me limito a decir.

—¿Te molesta...si pregunto...

—Necesita dinero, según ella.—lo interrumpo.

—¿Eh?

—Mi madre, o si es que así se puede llamar, por eso...me vendió.—respondo.

El ambiente se vuelve incómodo y él se atreve a mejorarlo.

—Wao, que horrible persona, de verdad, hay padres que no se merecen a sus hijos. Digo, eres una chica muy guapa, amable, se ve que eres una buena persona. ¿Cómo pudo hacert...—se quedo callado al ver que estaba empeorándolo.

Hizo una mueca. Su cara mostraba frustración.
Suelto una ligera risa, para alivianar el ambiente.

—Lo sé, ¿cómo pudo?, soy guapa y amable. O al menos ese dijiste.—dije en tono de broma y el se ríe.

—¿Cuál es tu nombre?—me pregunta.

—Ellie.

—De seguro querrás cambiar tu nombre ahora.—dice y niego con la cabeza.

—Es el nombre que me puso mi padre, jamás lo cambiaría.—respondo con una sonrisa forzada.

—¿Dónde está?

—Falleció.—hago una mueca.

—Lo siento...

—No es necesario.—digo y hago una pequeña sonrisa.—Lo he superado ahora. Me prometí a mi misma que no lloraría por él, sino que cada vez que lo recordara, hablaría de él con una gran sonrisa. Recordaré solo los buenos momentos que logramos pasar juntos.

—Eres mas fuerte de lo que pensé.—me responde.

—Trato de serlo. Aunque no me ha ido bien en las últimas 36 horas.

—Entiendo.—dice.—Supongo que no tienes donde quedarte—asiento con la cabeza.—Tengo un cuarto de más en mi departamento.—niego rápidamente.

—Sería mucha molestia. Además no tengo con que pagarte.

—Conseguirás con qué hacerlo.—responde con una sonrisa—Solo que...hay algo.—lo miro curiosa—Vivo con mis amigos.

—Entonces, mucho menos. Los voy a incomodar.—digo apenada.

—Oh vamos, ellos entenderán.

Me siguió insistiendo. Dije que sí. Igual si me negaba, probablemente terminaría durmiendo bajo un puente.

Ya estábamos camino a su departamento. Temo que sus amigos no me acepten.

—No pregunté por tu nombre.—me atrevo a romper el silencio.

—Yunho. Jeong Yunho.—respondió sonriente.

—Por cierto, ¿con cuántos amigos vives?

—7. 8 contándome a mí.

Paré en seco.

—Definitivamente no puedo hacerlo.—dije caminando hacia el lado contrario.

—¿Acaso tienes alguna idea de hacia adónde te diriges?—me pregunta.

Tiene razón. No tengo idea.

—Estarás bien Ellie.—dice tratando de calmarme.

[...]