- ¡Alith!...¿qué te pasa? -
No podía creer la pregunta tan estúpida que me estaba haciendo. Mi frustración salió a flote de la mejor manera.
-¿QUE QUE ME PASA? ¿QUE ME PASA DICES?¡¡¡ TU HIJO DE TU MADRE QUE NO TE DIGNAS A DAR SEÑALES DE VIDA!!!¡¡¡¡ TE VOY A MATAR!!!! -
Comencé a acercarme lentamente a mi presa, de verdad iba a infringirle mucho daño.
-Pero pero pero .... -
-Bastian, no seas idiota, ve a abrazarla o va a llorar. -
-Tú cállate Yago. -
Y era cierto, ya estaba llorando desde hacía un rato.
Yago parecía divertirse con la situación. Sip, él era el siguiente en mi lista.
Bastian estaba aquí, al fin. Después de casi dos meses sin vernos, lo tenía conmigo y no estaba al borde de la muerte, o herido o amputado. Estaba en perfectas condiciones.
Deje su asesinato a un lado y corrí a abrazarlo.
-Hola amigo. -
Al fundirnos en un abrazo de oso, chispas crepitaban en mi perla. Él las pudo sentir y se separó levemente de mí.
-Hola Ali, te extrañé mucho. -
-Yo también Bas, no te das una idea. -
Tenía demasiadas dudas sobre todo lo que estaba ocurriendo.
-¿Cómo viniste? ¿Porqué no he sabido nada de ti hasta ahora? -
-Hemos estado ocupados con Clara, viajamos por ahí y ... -
-¿Con Clara dijiste? -
No lo podía creer, él de vacaciones por ahí y yo en otro país preparándome para luchar.
-Si, ella quería presentarme a un par de personas y como tú no me necesitabas aquí, acepté la invitación. -
Lo iba a matar, ahora sí que lo iba a hacer. Pero Erick se me adelantó, últimamente era como mi guardaespaldas personal.
-¿Quién te crees que eres para pensar que no te necesitaba aquí? ¡Casi nos matan a todos! Al menos dos veces. - Esta cada vez peligrosamente más cerca de Bastian. - ¿Has visto sus manos? No te hago añicos aquí mismo por tu idiotez, solo porque eres su mejor amigo y porque nos eres útil, mocoso. -
Erick le dijo esa frase tan bajito y tan cerca de su cara que de no ser porque sé leer los labios solo hubiera entendido la mitad.
-Ya no importa Erick, déjalo tranquilo. Más tarde yo me encargaré de asesinarlo con mis propias manos. -
Sin darme cuenta, Yago me había tomado las manos, me quedé de piedra cuando comenzó a observarlas detalladamente.
Creí por un momento que jamás se daría cuenta de ellas, de lo feas y deformes que habían quedado. Si Erick no hubiera hablado...Aunque si lo pensaba seriamente, era imposible no darse cuenta.
-No te miré lo suficiente cuando llegué aquí Alith, perdón. -
Sonreí nerviosamente.
-No me pidas perdón Yago, esto no es tu culpa. -
-Eso... - Erick estaba muy alterado, lo sentía burbujear bajo ese aspecto tranquilo y frío que siempre dejaba ver a los demás, pero a mi ya no me engañaba. - Sus manos son la prueba de que podemos defendernos, pero no a este costo. -
-¿Cómo pasó esto Ali? ¿Qué ocurrió para que quedaran...así? -
Solté las manos de Yago al darme cuenta que aún seguíamos agarrados.
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Alith
Teen FictionDos personas. Una gran responsabilidad. Un gran poder a cargo. Alith y Bastian intentan descubrir quienes son, pero no todo es lo que parece y nada volverá a ser igual en sus vidas...ni para ellos, ni para nadie.