Eddie debería haberlo notado. Sí, debería haberlo notado desde que encontró a Richie llorando frente al espejo, o desde que los chistes sobre su físico aumentaron. Ahora mismo se sentía un muy mal amigo. Un terrible amigo. El peor amigo del universo y de la galaxia entera. Richie tenía baja autoestima y él ni siquiera se había dado cuenta de ello. En realidad, lo suponía, pero suponer algo no es suficiente. Debería estar ayudando a Richie, no pensando sobre qué tan mal amigo estaba siendo. El no actuar quizás lo convertía en un amigo mucho peor de lo que imaginaba.
¿Cómo era posible que Richie se odiase, siendo tan maravillosamente perfecto? Eddie a pesar de verlo todos los días, siempre se asombraba por su belleza de la misma forma. ¿Cómo podía no verlo? Era injusto. Injusto que la persona más asombrosa del mundo, según Eddie, no viera tal cosa.
Oh, Rich. Ojalá pudiera darte mis ojos, para que te veas como yo te veo.
Richie era lindo, inteligente, gracioso y siempre sabía cómo animar a los demás para que se sientan mejor. En pocas palabras, Richie Tozier era perfecto, al menos ante los ojos de Eddie Kaspbrak. Si bien cada persona tiene su propia definición sobre la belleza y la perfección, Richie era la de Eddie. Pensó que quizás si en un diccionario buscaban la palabra "perfección", aparecería una foto de Richie.
Quizás sus lentes necesitan más aumento...
Eddie no entendía mucho del tema, por lo que intentó buscar algún tipo de información a través de su madre, pero la respuesta que recibió no fue de mucha ayuda.
— Mamá —dijo mientras terminaba de poner la mesa.
— ¿Qué pasa, cariño?
— ¿Cómo curas a alguien de baja autoestima? —su madre giró a mirarlo con el ceño fruncido, antes de responder.
— La baja autoestima no es algo que se cure, Eddie. No es una enfermedad —volvió a cortar zanahorias, pero entonces se detuvo abruptamente, pareciendo horrorizada por algo—. ¿Por qué? ¿Tienes baja autoestima, Eddie-bear?
— ¿Qué? No, no. Es... por un amigo —contestó mientras jugaba con sus manos, y Sonia soltó un suspiro de tranquilidad.
— Yo sabía que tus amigos no andaban bien mentalmente... —murmuró para ella misma, pero Eddie la oyó perfectamente. Decidió ignorar el comentario.
— ¿Entonces qué debería hacer para ayudarlo?
— Oh, nada, cariño. Preocúpate por ti y tu salud. Ya se le va a pasar. Debe ser alguno de esos caprichos que tienen los adolescentes para llamar la atención —dijo, antes de volver a su tarea de preparar la cena.
Eddie no quedó nada conforme con esa charla. Richie siempre había sido una persona a la que le gustaba llamar la atención, y no era algo que le costara conseguir. Entonces, ¿por qué querría una atención que ya tenía? No había mucho sentido en eso.
No tenía muchas fuentes donde buscar la información necesaria para saber cómo manejar el tema directamente, pero aún así lo intentó. Todos esos días se la pasó dándole cumplidos directos e indirectos a Richie. Se reía de sus bromas sin importar qué tan desagradable sean (en realidad, para al menos la mayoría, no tuvo que fingir), le repetía una y otra vez que le gustaba su cabello, sus pecas o su nariz. Muchas veces le intentó decir en simples palabras que era lindo, pero sus nervios le jugaron en contra, por lo que intentó decírselo de forma más indirecta. Richie, por supuesto, se sonrojaba ante todos los cumplidos que recibía del menor. Esa era una imagen que Eddie deseaba retratar.
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self love ;; reddie
FanfictionRichie no se ama, y Eddie odia que no se ame. Se prohíbe cualquier tipo de copia y/o distribución de la obra.