La Extraña Manera Que Te Conocí

Capítulo 1: ¿Algo? Todo anda mal

—¿Qué hago aquí? — No era su habitación, no era su cama, y para nada era gracioso.

Al despertar primero estaba el techo —Desconocido — miró la pared rojiza a su izquierda, que su brazo estaba débilmente tocando.

Y después de tanto mirar, notó un leve movimiento de la cama. Había alguien durmiendo a su lado.

No lo podía creer, ¿qué es esto? ¿Una vil broma de mal gusto? Debería serlo, no recuerda haber hecho algo para que haya terminado en esta escena tan aterradora... Y era verdad.

Sin duda esto era peor que las películas de terror que odiaba con todo su ser, pensó en las posibles mil formas en las que podría matarla y se alteró pero...

Algo faltaba, una pieza en su rompecabezas que ansiaba por encontrar antes de enloquecer. Pero no, suspiró y empezó a pensar con calma aunque su respiración agitada diga lo contrario.

Inmóvil, para no despertar a la persona que dormía a su derecha, frunció el ceño y trató lo más que pudo en encontrar la pieza faltante, pero nada.

Otra vez se movió. Se dio la vuelta suspirado sin despertarse de su sueño que lo tenía inquieto.  Pero gracias a eso pudo comprobar que era un chico. De su edad por lo visto. Tenía una cabellera dorada y unas hermosas y largas pestañas que cualquiera desearía tener. Admitió que era atractivo.

Tras el pensamiento anterior, se golpeó mentalmente. Kyoka, no es momento para pensar en su físico, tenemos un problema aquí. Se regañó.

Dejó de observarlo y se dispuso a idear un plan para escapar de todo esto, pero, sin duda, no podía — Diablos —maldijo. Su brazo derecho estaba siendo utilizado como almohada de este.

—Esto no puede estar pasando — ni siquiera pudo llegar a la fase uno, que era levantarse con sigilo. Con todo el cuidado del mundo, deslizó su brazo hacia su cuerpo, que, con éxito, logró zafarse de la cabeza del chico. No evitó sonreír victoriosa a tal acto, se prometió que si salía de esto, se daría un regalo.

Pues lástima.

—Que bonita sonrisa.

Juraría que casi se desmaya. Al escuchar su voz ronca tan cerca de ella, saltó al instante. ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Cómo se despertó si parecía profundamente dormido?!

Simple, no lo estaba. Pero también hacía las cosas un poco más sencillas.

La situación la hartó por completo, y prefirió dejarlo en claro. Se sentó en la cama y lo miró fijo. Quería que de una vez las preguntas en su cabeza desaparecieran y sí,
las soltó pero imposible de una forma calmada.

—¿¡Por qué demonios estoy aquí?! ¿¡Quién diablos eres?! ¿¡Qué hice para terminar durmiendo en la cama de un completo desconocido?!  —Sin aliento, jadeó y volteó la vista hacia la cama.

  —Escupirás un pulmón —Soltó nervioso en un susurro, más la mina lo fulminó.

Se quedó así,  mirándola desde abajo, sin moverse pues parece que si hacía un mínimo movimiento ésta se asustaría a pesar de su carácter segundos atrás...

De todas manera se levantó e hizo lo mismo que ella, se sentó, cruzando sus piernas, encorvandose y por fin empezó hablar.

❝Tengo un mal presentimiento ❞

↳520 Palabras de historia.

✘Quería aportar algo(?

✘No habrá muchos capítulos que esta cosa va a ser corta al igual que la duración de cada uno. Calculale 10. (Si veo que gusta xd)

✘Esta cosa surgió mientras estaba re muerta de sueño xd perdónenme.

✘Se les quiere uwu

✘Me acabo de dar cuenta mientras corregía errores que puse "mina" que acá en Argentina significa chica, mujer. Se queda porque sí.

↳Estrenado:21/1/2020✓

Sinine Roheline