Fate Conflict

Corrupción del Rey

(...) Palacio de Buckingham

Caos, desinformación y ansiedad. Estas tres palabras eran las que mejor definían lo que estaba pasando en aquel emblemático lugar, la familia real había sido puesta bajo seguridad en el momento en el que los heraldos de Min fueron destruidos. Sin embargo, no había ocurrido declaraciones por parte de ninguno de ellos, el primero en dar calma fue el ministro de defensa, quien desde un improvisado podio en el patio del palacio le aseguraba a todos que la situación estaba bajo control. No obstante, como tendría la gente confianza en dichas palabras si no había nadie que pudiera sustentarlas.

—¡Expliquen quien era ese sujeto! ¡Son unos incompetentes por su culpa el rey fue asesinado! ¿¡Donde esta la familia real!? —Eran solo unos pocos comentarios que se escuchaban venir del publico. 

—Por favor... Se que la situación es desesperante pero debemos mantener la calma. La realeza pronto... —Antes de que el hombre pudiera seguir hablando un mago llego para ayudarlo —¿Que demonios haces aquí? —Dijo casi en susurros al verlo.

—Tranquilo... Piensa en que haría Rider en este momento —Dijo en su mente para no ponerse nervioso, respirando con mas calma —¡Ministro! —Saludo el azabache abrazando al militar para intentar simular que eran amigos —Escucha... Se que no confían en la orden, pero yo ya no formo parte de ella. Soy una figura publica, déjame intentar tranquilizar a la gente —Comento de forma disimulada.

—... De acuerdo, lo haré única y exclusivamente por la ayuda que has brindado todos estos años a la corona. Mas te vale no arruinarlo —Replico el general mirando nuevamente al pueblo —Gente de Londres. Cedo mi palabra a Lord El Melloi II, amigo cercano de la corona, gran científico e investigador. Quien espero sea capaz de contestar vuestras dudas mejor que yo —Comento por ultima vez, retirándose del podio recibiendo abucheos.

Acomodando su semblante y entendiendo la importancia de sus palabras. Waver sabia que lo que dijera cambiaría el rumbo de su vida, aprovechándose del desprecio que los militares sentían por la orden, fue capaz de colarse para hacer notar su voz. Mirando directamente a la enardecida multitud, la cual no había parado de preguntar cosas y protestar, sus palabras finalmente salieron.

—Pueblo de Londres, pido que me den unos minutos de su silencio para expresarme y para rendirla homenaje a nuestros reyes caídos —Aseguro el mago, cambiando dramáticamente la cara de los presentes, los cuales se calmaron y bajaron su voz.

Notan que un ambiente mas pacifico se había generado, el azabache procedió entonces a dirigirse a las personas.

—Bien... Se que lo mas sencillo es buscar un responsable, pero no creo que sea justo culpar a la defensa de estado, pues se enfrentaron a algo que nunca habían visto, mas bien deberíamos agradecerles, ya que mantuvieron vivas al resto de las personas —Comento de forma calmada, haciendo reflexionar a quienes lo escuchaban —La actitud del Rey, quien se mantuvo firme a costa de su vida fue sin duda admirable. Como también lo fueron los esfuerzo de todos por ayudarlos, creo que ahora mismo, lo mas sensato y la mejor forma de honrarlos seria manteniendo la calma, demostrando una vez mas los modales que nos caracterizan y esperando pacíficamente una explicación de lo ocurrido por los gobernantes, los cuales sin duda tras una horrible noche, merecen descansar —Finiquito Waver, notando que la mayoría de los presentes estaban calmados.

Poco a poco, la gente comenzó a aplaudirle y lo que antes eran abucheos se volvieron agradecimientos hacia los militantes. Con la moral en alto, el importante mago estaba listo para retirarse, pues un grupo de monjas y de personal de la iglesia había llegado para hacer unos rezos hacia los fallecidos. Una de ellas, la que iba a la cabeza llamo su atención, pues ya la conocía de antes.