Capitulo 4

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-Tranquila Lauren- dijo Antonio, por más que Lauren lo había intentado parecía que Emily había escondido todas las pruebas de sus planes, durante ese tiempo su perfil había estado limpio.

-Es solo que no he encontrado nada, en ese momento sentí que ella estaba haciendo algo malo, pero ¿y si me equivoque?

-Lauren si algo he aprendido en este tiempo es que tu nunca te equivocas.

-Ella pudo estar en una reunión de trabajo, es abogada. Si se hubiera encontrado con un hombre hubiera sido diferente.

-Piensa en eso si lo deseas Lauren pero sé que tus instintos nunca fallan- Lauren dejo las grabaciones de los micrófonos que había puesto cuando Emily estaba sola en la casa de sus padres, pero ella se había comportado como siempre lo hacía frente a Jayden, no había nada que la pudiera culpar y habían pasado casi dos meses.

Lauren sabía que debía encontrar pruebas en contra de Emily antes de que su hermano terminara la residencia en el hospital, el estaba muy seguro de pedirle matrimonio una vez que la terminara. Para eso todavía faltaba tiempo, pero con lo enamorado que estaba Jayden de la idiota de Emily sería poco probable que el viera que la tipa era una bruja sin remedio.

-Dejare esto por hoy Antonio, vamos a dormir, mañana espero encontrar algo que pruebe que esa bruja solo está con mi hermano por dinero.

Antonio y Lauren se fueron a la cama sin saber que las cosas muy pronto iban a cambiar.

Al día siguiente Mia salió de la clínica, hacia unos días se sentía terriblemente mareada y Noah prácticamente la obligo a realizarse unos análisis, decía que muy probablemente Mia tuviera anemia pero ella no creía que fuera eso. James el ginecólogo que la había atendido hace tiempo vio cuando le realizaban los análisis y el dijo que quería hacerle una revisión, ella le dijo que en cuanto terminaran los análisis y salió pitando del hospital antes de que el doctor le volviera a poner las manos encima, aun no entendía como es que le había hecho caso a Gia sobre ir con él.

Mia miro su reloj, se encontraría con Noah para comer, al parecer le habían dado un trabajo importante en el restaurante en el que trabajaba y quería festejar, a Mia le alegraba infinitamente, Noah merecía el puesto, siempre se esforzaba mucho para estar a la altura de sus compañeros y la falta de experiencia no fue un problema cuando entro al restaurante Italiano.

El restaurante en el que se citaron era hermoso y elegante, Mia vio a Noah esperándola, llevaba un increíble traje con el que se veía más guapo de lo normal, ella le sonrió y él como todo un caballero le beso la mejilla y arrimo la silla para que se sentara, pocas eran las ocasiones en las que era tan galante cosa que hizo que Mia se sonrojara.

-Te ves muy hermosa- le dijo haciendo que ella lo mirara con mucha luz en sus ojos.

-Tú te ves muy guapo- le dijo en respuesta haciendo que él la mirara divertido.

-Gracias cariño-ella le sonrió.

-¿Y bien como te fue?- el rió por su impaciencia.

-Tranquila, todo salió muy bien, a los ejecutivos les encanto el platillo así que ahora tengo el puesto, al principio no parecían muy convencidos porque solo tengo dos meses trabajando ahí pero una vez que probaron el platillo- el suspiro extasiado de felicidad- debiste ver sus caras, les encanto- Mia sonrió orgullosa.

Las Cosas Son Mejor Si Lo Hacemos Al RevésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora