Capitulo 25

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El llanto despertó a Jayden, a su lado Mia dormía como si nada estuviese pasando, ella se había hecho cargo de los mellizos toda la semana cuando él fue a trabajar, ese fin de semana el estaba dispuesto a mimar a Mia, los primeros días siempre son los más difíciles, así que entendía que ella estuviera tan cansada, entro a la habitación de los pequeños y tomo en sus brazos a Christopher, logro calmarlo y evitar que Jayden despertara, su familia había sido muy abrumadora, su madre intentaba dividirse para visitar a todos los nuevos integrantes de la familia, Diego y Francisca eran más bien hermanos que amigos, se la pasaban en su casa y Jayden temía malcriaran a sus hijos. Terry y Ness ya hablaban de tener familia aunque cuando Jayden les pregunto dijeron que preferían esperar un poco, al parecer Diego había recomendado a Terry y le estaban haciendo entrevistas para integrarlo al FBI.

Christopher seguía sin cerrar los ojos, así que comenzó a tararear, desde hace tiempo que tenía una melodía en su cabeza, justo en ese momento recordó que por una razón u otra nunca había tocado para Mia, era de las primeras cosas que había prometido y ahora que tenía su propia casa, podría hacer el traslado de su piano.

Justo cuando dejo a Christopher en su cuna, Jayden despertó, Jayden sonrió no pudo evitar notar la gran sincronía de sus hijos, lo tomo entre sus brazos y comenzó a mecerlo, le gustaba pasar tiempo con ellos, estuvo su primera semana a su lado, él y Mia habían compartido muchas de sus primeras veces, había cumplido con su palabra y había cambiado cada pañal hasta que Mia le dijo que era su turno, habían tenido su primer baño y su primer desvelo juntos.

Con mucho cuidado dejo a Jayden en la cuna y regreso a su habitación, Mia seguía durmiendo y el se recostó a su lado abrazándola por la espalda.

-¿Están bien?- pregunto con voz adormilada.

-Duerme amor, ya los he tranquilizado.

Cuando Mia quedo profundamente dormida el aun no podía dormir, muchas ideas le rondaban la cabeza, hablaría con Lauren al día siguiente, esperaba su hermanita estuviera de acuerdo con todo lo que tenía en mente.

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Cualquier persona podría pensar que tenían cuatrillizos, Jayden y Lauren estaban en un lugar para niños, sabían que sus hijos no podían disfrutar de los beneficios del establecimiento pero a ellos les permitía hablar sin que nadie se molestara si sus pequeños se sentían incómodos y comenzaban a llorar. Jayden había decidido dejar a Mia en casa descansando y el aprovecharía el día para planear y convivir con sus pequeños, era increíble lo mucho que los había extrañado esa semana.

-Bien suelta la sopa- Lauren tenía en sus brazos a la pequeña Annie, de vez en cuando besaba su frente y le hacía mimos, su pequeña era tan despierta como su madre y el pequeño Antonio estaba dormido tan tranquilo como lo era su padre.

-Quiero trasladar el piano a nuestra casa- Lauren miro a su hermano, le dio el chupón a su inquieta hija y miro a Jayden detenidamente.

-Pudiste haberlo hablado con papá así que supongo que no es la única razón.

-Quiero prepararle una sorpresa a Mia, así que necesito que el mismo día de la sorpresa sea llevado el piano, y también todo lo necesario para sorprender a Mia.

-Yo seré la encargada de la distracción.

-Así es. Además necesitare tu ayuda para convencer a Diego y a Francisca de cuidar a los mellizos una noche.

Las Cosas Son Mejor Si Lo Hacemos Al RevésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora