Vural es un chico de 33 años es profesor de turco en la universidad de Estambul, tiene novia Akme la directora del colegio poco a poco ese amor se irá alejando de él, gracias a la bella Jade la reina del sol. Pero Jade no sabe que Vural esconde al...
Aún estoy en shock del número que me dió Burak, yo una bailarina profesional sería lo más para mi, pero está mi bebé y él aunque sea infiel lo amo.
Llegué a casa muy cansada, borracha y me trajo Idris el rubio sexy que me dijo que tenía talento.
Me dejó en la puerta y yo entré en casa Vural dormía plácidamente en su cama en nuestra cama mancillada por los infidelidades de Vural. Pero me metí en ella y dormí por la mañana me desperté.
El domingo se pasó entre preparar los exámenes y en mi caso buscar todo lo que Cemre me dijo sobre Evie ninguno de los dos la volvió a nombrar yo no quería saber nada de ella ni que me la nombre le dije que sabía que era ella quien se acostó con él, por mi parte quise taparlo pensando en todo el trabajo que se avecinaba y en cuanto a Vural se pasó el domingo corrigiendo los exámenes, un par de ocasiones que me asomé a su ordenador vi su rostro de preocupación.
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-¿Tan mal lo ves?.- Dije dejándole un té y unos Doritos al lado de su cuaderno de notas, se había peinado pero volvió a despeinarlo cuando se tocó el pelo descuidado dejando que algún remolino escapara por su nuca se le ponía ese pelo revuelto que tanto me gustaba.
-Va a ser duro...- Vural levantó el rostro, besé su frente más maternalmente que otra cosa, no quería molestarle.
-¿Crees que soy culpable? Me dijo serio.
-Eso lo tengo que decidir yo, ni me puedo permitir el lujo de pensarlo, si lo hiciera te haría un flaco favor, sí que es verdad que hay pruebas bastante fuertes que te incriminan, pero hasta que no hable con Cemre no sabré hasta qué punto pueden ser importantes.
Cuando Vural se ponía en modo profesor daban ganas de desnudarlo y hacerle el amor, me gustaba verlo concentrado en sus libros me daba la sensación que el mundo se detenía y volvería a ser esa alumna que él enamoró más bien del que me enamoré.
-¿Sabes algo más? Me dijo, tecleando el ordenador con sus dedos gruesos, se quitó las gafas y me hizo gesto de que me sentara encima suya, cosa que él sabe que amo sentarme en sus piernas.
-No, Murat todavía no me ha dicho nada, ¿y tú ? Me senté encima de él, apoyé las manos en sus hombros y él en mi cadera.
-He encontrado algo más, (le dije) mañana tienes universidad y me hubiera gustado y deseado algo más tarde pero solo queda esa hora y mañana te tocará madrugar.
-Con lo que te gusta madrugar.- serio. Sigo encima suya.
Dijo sabiendo que no era su fuerte, -Jamás me acostumbré a levantarme temprano, aunque llevaba unos días que por una cosa o otra me había levantado muy pronto es lo que tiene ser profesor de turco.
Empezó a besarme el cuello, con suaves besos en mi cuello y hombro estaba muy caliente, sintiendo los escalofríos hasta por la espalda, me dió un beso, pero hasta ahí, me levanté y me fui.
