Elsa creía que estaba loca por hablar con su amigo, que ante los ojos de los demás era inexistente, era el único que la entendió y la animaba para que pudiera controlar sus poderes de hielo, hasta que un día, después de una discusión ya no volvieron...
Comienza a amanecer la pequeña Elsa despertaba de su sueño, decide ordenar su habitación, mientras se puso a pensar en lo que había pasado en su habitación la noche anterior, llenándose de dudas su pequeña mente "en verdad Jack será real? O es un juego de su mente por culpa de la soledad?" Ya que sus padres jamás han visto a Jack, estando esté en su habitación, mientras jugaban "si Jack es real, por qué nadie más que ella lo a visto?" "Será que realmente mis padres tienen razón y Jack no es real?" Ese tema daba vueltas en su mente, cayendo en la misma deducción, pero una parte de ella dice que es mentira, Jack es real, solo que necesitaría buscar una explicación del porque nadie más que ella podía verlo y otra parte decía que Jack en realidad es imaginario, esa pelea interna seguía entre si Jack es real o no, hasta que la voz del mayor la saco de sus pensamientos, Jack - copito, estoy aquí -
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Elsa se asombra al verlo, corre a abrazarlo un poco fuerte, sin decirle nada, Jack - también te extrañe Elsa, dime, quieres seguir con tu práctica? - dice feliz, para animar a la pequeña princesa pero está se aleja de repente, dando unos pasos hacia atrás, con la cabeza baja, nota unas diminutas lágrimas caer de las mejillas de la rubia, como si fueran trozos de hielo derritiéndose, preocupado el peliblanco se interna acercar a Elsa, apoyando una rodilla al suelo, para ver su rostro, Jack - que sucede copito? - ve que Elsa no levanta la mirada, permanece con su cabeza abajo, sin saber a qué se debe su llorar, Jack - Elsa dime, me preocupa que estés así - notando que la princesa no levanta la mirada, escucha un pequeño susurro, a penas audible para el ojiceleste, Elsa - tenemos que hablar... Jack - escuchándose la seriedad en su infantil voz, Jack - dime Elsa - dijo el mayor con preocupación, Elsa - ya no quiero... Ya no quiero... Que me sigas enseñando más... - notando que las lágrimas eran constantes y el suelo comenzaba a congelarse, Jack - por qué Elsa? - este no entendía porque esa repentina decisión de ella, Elsa - porque... Porque ya no quiero ser tu amiga... - Jack - qué?! A qué se debe tan repentina decisión? De seguro te lo dijo tu padre! - molesto se levanta mientras toma su bastón con fuerza, pero Elsa lo detiene, obstruyendo su paso a la puerta, Elsa - mi padre no tiene que ver en esta decisión! - levanta su rostro notando las constantes lágrimas que caen por sus mejillas, empapandolas, mostrando cuando le dolía la dura decisión que esta tomando, Jack - entonces explícame - dice triste ante ese comentario de la menor, Elsa - mis padres tienen razón, eres solo un producto de mi imaginación, eres peligroso para mi, como prueba de ello le hice daño a mi madre! - soltando la mano de Jack, sin quitarle la mirada de encima mientras llora, Jack - entones eso crees... - dice decepcionado el peliblanco, Elsa - sí! Y te pediré que te vayas de aquí! Ya no te quiero! - dice la pequeña alzando la voz, como señal de orden a Jack, Jack - estás segura de esto Elsa? - escuchándose lo dolido que está ante todo lo que le dijo Elsa, ya que creyó que ella sería la única persona que no le dijera esas cosas tan hirientes, Elsa - sí! Ahora vete de mi habitación! - dice mientras abre la puerta de su habitación, notando que era verdad lo que decía la pequeña, Jack camina lento a la ventana, viendo que Elsa no deja de llorar, se sube a la orilla de la ventana, Jack - espero que algún día te arrepientas de esta horrible decisión - dice dejándose caer de la ventanas unos segundos hasta que los vientos se lo llevan lejos del castillo de Arrendelle para siempre, la ojiazul vio partir a su unión amigo, se tira al suelo, estando congelada su habitación, con grandes y afiliados trozos de hielo. Pasan unas horas, Elsa sigue encerrada en su habitación, escucha que tocan la puerta, Agnar - Elsa?... - espera una respuesta por parte de la pequeña sin éxito, volviendo a repetir su acción, Agnar - Elsa, princesa abreme, soy papá, déjame entrar - el hombre espera unos segundos y ve a una triste Elsa abrirle la puerta, Agnar - Elsa, quiero disculparme por lo que te dije, no tuve porque hacerlo, tienes razón en practicar tus poderes para proteger a tu madre y Anna... - Elsa - no te agobies por eso padre, cerraré mi corazón - escucha la voz apagada de su hija, notandose los ojos irritados de la menor, entendiendo que estuvo llorando, Agnar - estás segura hija? Es algo duro para una niña como tú - Elsa - no importa padre, lo haré así no seré un peligro para todos - dice la princesa bajando su cabeza para evitar la mirada hacia el rey, él cree que Elsa está enojada, que decide animarla, Agnar- sabes? Tu madre quiere verte, ya tiene su brazo como siempre, quieres verla? - Elsa al escuchar las palabras de su padre lo ve con asombro, entendiendo él, como un sí, llevando a Elsa fuera de su habitación a la de ellos, al llegar a la puerta del cuarto, Agnar toca la puerta, escuchándose la voz dulce de la mujer del otro lado, Iduna - adelante - el hombre abre la puerta para pasar con su hija, entrando ve a su madre acostada en su cama, la castaña al ver a su hija, abre sus brazos, Elsa entendió la señal, corre y sube a la cama, abrazando a la mujer de la cama, Iduna - me alegra verte hija - dice está posando un beso en la cabeza de la pequeña rubia, Elsa nota que el brazo de su madre ya no está congelado, alegrandole un poco, Elsa - mamá, tu brazo está bien - Iduna - no te preocupes hija, no fue nada, fue fácil de curar - ve a su esposo, haciendo unas gesticulaciones, entendiendo el rey que debe salir de la habitación, Agnar - ahora regreso mis reinas - dice saliendo del cuarto, dejando a madre e hija a solas, mientras la reina abraza a su hija, Iduna - y Jack está esperando en tu habitación hija? - Elsa al escuchar el comentario de su madre, está se vuelve a sentir mal, recordando lo que hizo horas antes, Elsa - no mamá, Jack es solo producto de mi imaginación, ya lo corrí - dice alejándose del abrazo de su madre, está se asombra por lo que dijo su primogénita, Iduna - Corriste a Jack? Elsa, estuco mal de mi parte por decirte eso - Elsa - no madre, dijiste la verdad, solo fue creado por mi mente, debido a la soledad que pasó en mi había - Iduna - no hija, Jack es real - Elsa - como lo sabes madre - dice dudosa la pequeña rubia, Iduna - porque días atrás, cuando fui a darte el libro, que claramente se ve que no has leído aún, ví a Jack, estaba en tu ventana - da una pequeña risa, dejando con más duda a la pequeña princesa, Iduna - lo que quiero decir, es que Jack no es imaginario, es real, el a de ser un guardián o un espíritu del bosque - Elsa - como lo sabes madre? Si me dijiste que no lo ves - Iduna - porque no quería creer en su presencia, pero investigue en el libro que te di, revísalo, ahí dice todo de los guardianes y espíritus del bosque, anda, ve a leerlo - dice con tranquilidad y dulzura, Elsa baja de la cama de la reina y va corriendo a su habitación, notando que el libro que le dió seguirá en su mesita de noche, lo toma y busca entre las hojas, después leé, asombrada se levanta, abre su ventana, viendo al cielo, Elsa - es verdad... Jack! - grita lo último, notando que comienza a nevar, Elsa - perdóname Jack...- dice eso último en susurro, que se lo lleva en el viento.
