Los berrinches de Jimin

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Es extraño ya no tener que salir por la ventana de mi cuarto y con esas típicas flores, ahora simplemente me desperté alado del chico más lindo que he conocido.

Ver su carita hinchada del sueño e intentando despertar de una buena vez para ir al trabajo. Mientras él se despierta me doy una ducha, me visto con algo formal y trato de peinarme un poco.

- amor, dúchate ya, se nos hará tarde en nuestro primer día - lo tome del hombro

- quiero quedarme un poco más - dijo en tono de berrinche - tengo sueño - hizo puchero y me abrazo - volvamos a la cama 

Y pensar que esto voy a vivir cuando estemos casado, me puedo acostumbrar a esto, es algo muy tierno y que hace latir mi corazón.

- no amor - me levante aunque no quisiera - andando - lo tome del brazo y lo lleve a la ducha - báñate, yo planchare tu ropa

Hizo otro puchero, sonreí y le cerré la puerta antes de que ganara esta pelea, como dije, fui a planchar su ropa, hice el desayuno, tomé su ropa y fui a dársela.

Después de todo eso me senté a esperarlo y me sentí sola, no sé qué haría si no estuviera conmigo en estos momentos.

- siento que será un día muy largo - llego acomodando su corbata - ya sentía que estábamos en nuestra luna de miel, no quería ir al trabajo

- pero no lo es - me reí - tenemos que ir a trabajar, a eso venimos

- lo sé, una vez que vuelvamos a Japón te extrañaré a cada segundo - tomo mi mano - hay que mudarnos juntos

- yo.. claro que sí - me sentí en un sueño, no puedo con tanta alegría - me encantaría, con tan solo un día completamente juntos ya me he acostumbrado

- yo igual - ambos nos miramos con amor

Después de eso desayunamos un poco rápido, terminamos de arreglar nuestras cosas y el señor llegó por nosotros.

En el auto nos dio unas cuantas indicaciones para hablar con las personas de la empresa, los días libres que vamos a tener y cuanto se nos estará pagando, aunque eso ya lo teníamos en cuenta.

Bien, no creí que la empresa sería tan grande y lujosa pero lo es, todo se ve muy lindo, tanto que no quiero ni pisar el suelo.

- tranquila - Jimin tomó mi mano - todo estará bien

- espero que sí - tome aire

Dejamos de tomar nuestras manos y nos dirigimos a la oficina donde nos esperan junto con más personas encargadas de todo esto.

Antes que nada nos presentamos todos, dimos las gracias por recibirnos, y comenzamos la plática sobre la revista. Título de esta, a quien será dirigida, ya sea jóvenes, adultos o señores, la temática y todo eso.

Estamos acostumbrados a tanta información pero obviamente es diferente ya que son otras personas las que lo explican y después de años me resulta un poco extraño mi propio idioma. Como debe ser, nos asignaron un grupo pequeño de cuatro diseñadores, nos presentaron con ellos y eso, les dijeron que nos hagan caso. 

Después pasaron a enseñarnos toda la área donde podemos trabajar, salas de descanso, baños, etc. Aún no está todo preparado de la revista pero tenemos que revisar todo la información que tenemos hasta ahora.

- aaah, eso fue un poco estresante - me dejé caer en la silla y recargue mi cabeza en la mesa

- ya se acabó - llego y comenzó a masajear mis hombros - debemos ir con tus padres, no lo olvides

- ya lo sé - subi mi cabeza - me pondré algo más cómodo y tu también - lo señale - esa ropa es muy formal

- esta bien

Ambos entramos a la habitación solo que yo fui al baño, ahí me vestí e hice una coleta, me di cuenta que tengo que retocar mi maquillaje pero no quiero salir por el.

- amor, me pasas mi maquillaje - espere respuesta pero nada - Jimin - abri la puerta

Apenas estaba poniendo su camisa, yo, bueno, nunca lo había visto así, ambos nos miramos a los ojos pero no pude soportar más, cerré la puesta inmediatamente y me morí de vergüenza.

Nunca en la vida lo mire así, somos muy cercanos pero, cielos. Mis mejillas no tardaron en arder como el mismo infierno, ya no quiero salir del baño, ¿cuando me volví así de tímida? Digo, pensando en mi antigua época, yo me acosté con Jung.

- Ginebra - tocó la puerta y di un pequeño brinco - ¿pasa algo?

- no, todo esta bien - arregle mi cabello de los nervios e intente tomar fuerza para salir

- ¿segura? - fue él el que abrió la puerta lentamente

- si - baje la cabeza para que no mirara mi sonrojo

ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ² ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora