ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ² ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

Sentimientos encontrados

- bien, solo es un poco, esfuérzate - subir su brazo en mis hombros y caminamos hasta su casa

Después de meterlo a su cama le puse un trapo frío y pude respirar. ¿Por qué sigo haciendo esto? Eche mi cabello hacia atrás e intente llamar a Jimin sin sonar angustiada por lo que acaba de suceder.

- ¿dónde estás?

- encontré a Min, dile a tu hermana que venga a su casa a cuidarlo,

- ¿y tú?

- iré a casa de Namjoonie, salí con todo y bolsa 

- esta bien - su voz se convirtió en un pequeño hilo - ¿está bien Min?

- algo así - lo mire recostado en su cama con una respiración algo agitada - que venga rápido Hye, no tengo porque estar aquí

Colgué la llamada y antes de que llegara mi cuñada baje a la cocina e intente hacer una sopa como la vez pasada. Todo estuvo listo cuando llegó, solo tenía que esperar un poco más.

- muchas gracias - me miró con sus ojos pequeños - está en su habitación ¿verdad? 

- si, cuando despierte le das esta sopa - la señale - y también dale de tomar mucha agua, bueno, me tengo que ir

- Ginebra.. - la miré antes de salir - vuelve con mi hermano, yo soy la que los hizo enojar, él no tiene la culpa de todo esto, no lo hagas llorar

Mi corazón se partió al imaginarlo llorando, quise correr de nuevo hasta la casa pero me contuve.

- ya arreglaré las cosas con él

Y cuando cerré la puerta una ola de sentimientos se apoderó de mi cuerpo, la culpa de haber corrido a salvar a Yoongi, la tristeza de haber peleado con Jimin y la impotencia de no poder volver a casa por cobarde, por no querer mirar el lío de lágrimas en el que seguramente está Jimin.

Conduje lento hasta la casa de Nam y aún cuando ya había llegado me quedé recargada en el volante pensando las cosa. El sonido de la ventanilla me sacó de todo mi trance.

- sal de ahí - Jonnie tocaba la ventana con sus nudillos - cenar te hará mucho mejor

Asentí y salí del auto, no pude evitar echarme a llorar entre sus brazos, los que llevan consolandome desde que era tan solo una niña.

- Sssh, todo va estar bien, estoy seguro - acaricio mi cabeza - así que por ahora vamos adentro

Mis ojos comenzaron a mirar todo, su casa cambió un poco a como era antes, aún siguen esas pilas enormes de libros. Cuando menos lo pensé me encontraba en el sofá siendo alimentada por Namjoon, parezco una niña pequeña.