Prólogo

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Entro tambaleándome al jardín de mi mansión, Max, el guardia de seguridad, me mira divertido, enarcando una ceja. Me quito los tacones para no hacer ruido, ya que seguro mis padres estarán durmiendo. Veo todo doble, la fiesta de Jack me ha dejado exhausta y lo que ha pasado con Chase también...

Abro la puerta en silencio pero me extraña encontrar la luz encendida, ya que son las...
miro mi móvil y veo las 03:27 de la madrugada.

Cuando entro al salón encuentro a la policía, mis padres esposados y una señora y un señor que se acercan para hablar conmigo.

—¿Usted es la señorita Idaly Carson?— Se dirige a mi la señora rubia.

—S-si.— Digo arrastrando las palabras.

—Le pediremos que mantenga la calma, se tiene que venir con nosotros ya que hemos detenido a sus padres.— Cuando me dijo el señor calvo aquella noticia sentí como todo el alcohol se esfumaba de mi organismo.

Y en ese mismo instante no supe cómo ni cuando mi vida dio un giro de 180°.

Un día antes

El sonido de la alarma que indica el fin de mis primeras horas de sufrimiento suena, haciendo que todos nos levantemos a la velocidad de la luz, ignorando a la señora bajita con voz irritante, la Señora Jenkins, que está mandando ejercicios, no sé por qué se molesta en mandarlos, ambas sabemos que no los haré.

Salgo de clase para encontrar a mí mejor amiga, Brittany, esperándome en las escaleras que llevan a la planta baja, cuando la veo nos damos dos besos en el aire sin llegar a rozar nuestras mejillas.

Brittany es una chica alta y esbelta, tiene un cuerpo de envidia, con el que cualquier chico caería rendido a sus pies, sus ojos son azules como el cielo pero intensos como el mar, su cabello es rubio y liso, llegándole hasta los hombros y su piel es pálida y suave.

Nos dirigimos a la cafetería, al entrar puedo divisar en la mesa del centro, alias la mesa de los populares, a Chase, mi novio, riendo con los jugadores de fútbol. Su sonrisa es tan perfecta, al igual que sus ojos verdes, su cabello rubio rizado junto a su altura lo hacen ver como a un perfecto modelo de Calvin Klein.

Brittany y yo nos acercamos a donde están las cocineras, cogemos nuestras bandejas y elegimos nuestra comida. Yo me he decantado por una ensalada, con una botellita de agua mineral sin gas, falta poco para el campeonato de las mejores porristas de New York City, y tengo que estar en forma.

Al acercarme a la mesa, él me observa de arriba a abajo mordiéndose el labio, para justo después levantarse y darme un apasionado beso, el cual respondo encantada, cuando se sienta, le sorprendo sentándome en su regazo, la verdad es que me encanta llamar la atención.

Chase me rodea la cintura con sus brazos y yo saludo a los demás con una sonrisa.

—Este finde mis padres se van de viaje, tengo pensado hacer una fiesta en casa mañana, estáis todos invitados.— Dice Jack, uno de los jugadores del equipo.

—¿Paso a por ti a las 10:00 pm y vamos juntos?— Me susurra Chase al oído.

—Vale, perfecto.— Le contesto con una sonrisa.

—No, no, no.— Aparece Britanny en medio de nosotros. —Primero me paso por tu casa a arreglarnos y luego que nos recoja a ambas.—

—¿Y a tí quién te ha dado vela en éste entierro?— Le contesta Chase enarcando una ceja.

—Velas es lo que llevaré a tu entierro, bonito.— Le desafía Brittany.

—Sería todo un honor que vinieses a mí entierro, mi lady.— Le contesta Chase guiñándole un ojo.

Siempre me ha parecido extraña la relación entre mi novio y mi mejor amiga, pero me alegra que se lleven bien, o eso creo, a veces me confunden.

—Si hay fiesta yo me apunto.— dice Stacy emocionada.— ¿Quieres que te ayude en algo, Jack?, me puedo pasar por tu casa- dice coqueta. Pero al parecer, Jack no se ha dado cuenta.

—No tranquila, lo tengo todo controlado, pero cuando vengáis traed algo de bebida.— Se dirige a todos.

—Pues nada, como quieras.— Dice Stacy con una chispa de decepción en sus ojos.

Menos mal que tengo a mi Chase que me hace caso, volteo para darle una mirada dulce, pero él está distraído mirando fijamente a Brittany.

¿𝐂𝐮á𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora