1| Nuestra primera vez

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Salgo del baño envuelta en mi toalla, para dirigirme a mi closet, lo abro y voy descartando opciones, hasta que caigo en un hermoso vestido rojo putón que me llega a unos dedos encima de la rodilla, tiene los tirantes finos y me hace unos pechos espectaculares, lo dejo tendido encima de la cama y me dirijo a mi tocador.

Me hago un moño alto para dejar mi cara despejada, empiezo cubriéndome la cara con una fina capa de base, suspiro y me relajo para realizar la acción más difícil de mi vida, el eyeliner. Después de tres intentos fallidos me doy por vencida, se abre la puerta de mi habitación de un tirón, y ahí está mi salvación.
Una sonriente Britt entra con un bulto colgado en su hombro.

—Pero tía, ¿has empezado sin mi?— Entra Britt gritando con su voz aguda.

—Hola a ti también, eh.— Digo girándome otra vez hacia el espejo.—Odio el maldito eyeliner, nunca me sale bien.—

—Ay deja que te ayude, que eres torpe hasta para eso, no sé cómo Chase puede estar con una chica tan ordinaria.— Dice riéndose, pero a mi no me ha hecho mucha gracia.

Me hace la raya perfecta, me visto, me aliso el pelo y me fijo en el vestido que lleva, es uno negro suelto, de la misma medida de corto que el mío y se cruzan los tirantes en la espalda dejándola medio descubierta.

—¡¿Qué haces con mi vestido de Vera Wang?!— Grito furiosa.

—Calmaaa, solo te lo he cogido prestado porque no sabía que ponerme esta noche.— Responde tranquila.

—Te lo presto sólo porque eres tú.— Le doy una sonrisa.

Suena un claxon fuera, debe ser Chase.

—¿Estás lista?— Le pregunto a Britt.

—Obvio, siempre lo estoy.— Me responde.

Bajamos y nos subimos a su increíble coche, le doy un corto beso y me acomodo en el asiento del copiloto, Britt está sentada atrás, se pone el cinturón y veo por el retrovisor como rueda los ojos.

—Ya dejen de ser tan empalagosos, que me va a dar diabetes.

Pasamos de ella, y nos volvemos a dar otro beso. No se por qué se comporta así, seguro que es porque se siente de sujetavelas, le tengo que buscar un novio si o si.

Llegamos a la fiesta y vemos como la gente baila al ritmo de la música, o más bien se restriega entre si en el jardín de la casa.

—Yo voy a traeros algo de beber, ¿vale?— Dice Chase dándome un beso, para luego irse a la cocina.

—Y yo te dejo con tu noviecito, me voy a ligaaar.— Canturrea con su voz aguda.

Genial me he quedado sola en una fiesta en medio de adolescentes hormonales.

Siento unas manos posarse en mis caderas y me giro pensando que es Chase, pero no, me encuentro con Luke, un chico castaño con ojos marrones muy delgado para mi gusto. Cuando voy a quitar sus manos alguien me agarra del brazo apartándome de él.

—Tú, ¿que demonios haces bailando con mi novio zorra?— Me grita Susan con los ojos echando fuego.

—Mira bonita, es tu novio quien se ha acercado a mi, así que si tienes algo que decir se lo dices a él.— Grito sintiendo como me hierve la sangre.

¿𝐂𝐮á𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora