No fue casualidad

Capitulo 1 Prejuicios

"...Los prejuicios es algo invisiblemente dañino...que nos limita a conocer los verdaderos sentimientos de las personas..."

"Bajo la luz de un callejón se escuchaba una historia de alguien que una vez su vida ofreció para calmar su dolor, la historia empezaba una tarde gris, Gracias a la tormenta que recién dejaba de caer, las lagrimas en su rostro se confundían entre las gotas de agua que aun se deslizaban por sus mejillas, de pie frente a esa lapida que llegaba a visitar cada vez que su alma no podía con mas, agradecía por esa lluvia que le ayudo a enmudecer su tristeza llevándose esa angustia que lo consumía, pensaba que quizá lo mejor era descansar el mundo se volvía cada vez mas angustiante, cada vez le era mas difícil continuar, una pequeña señal sería suficiente para sosegar la agonía que le consumía. Por Kami no pedía nada mas, juraba a los cielos que no pediría nada mas... solo bastaba un gesto, un cálido roce, una sonrisa sincera... ¿Era mucho pedir?"

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Tres días antes...

Los cálidos rayos del sol se asomaban suavemente por la aldea escondida de la hoja, poco a poco el paisaje iba tomando color, revelando un hermoso valle entre montañas y ríos, todo parecía estar en una extraña paz que no se vivía hace dos años luego de la cuarta guerra ninja, sin embargo, en una habitación de uno de los clanes mas poderosos y respetados, una joven de 18 años, caminaba de un lado a otro, con las manos posada sobre su pecho, y sus pensamientos perdidos en su mente, con un solo denominador común —¿le digo o no le digo?—si, era una pregunta que la había acosado la mayor parte de la noche hasta el amanecer del día siguiente, no dejándola conciliar el sueño ante el nerviosismo, la ansiedad y la duda que le provocaba confesar sus sentimientos mas íntimos a la persona que compartió con ella la mayor parte de su infancia —Naruto...—pronuncio para si misma con el rostro ruborizado, al notar que ya había amanecido—si, se lo diré, estoy decidida a hacerlo—pensó mirándose al espejo mostrando una sonrisa que le generaba un poco mas de confianza—además...—seguía con su monologo mental—cada vez que estamos cerca, siempre me dedica una suave sonrisa, y dijo que las personas como yo le gustan, quizás si soy lo suficientemente sincera, mis sentimientos llegaran hasta él—

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HINATA

Una vez mas sigo dando vueltas en mi habitación, otra vez una batalla interna entre mi timidez y mi valor, para confesarle al fin a Naruto mis sentimientos, estoy enamorada de él, desde que era una niña, quizás desde el primer momento que lo conocí, presumiendo al mundo entero que algún día seria el próximo Hokage, ahora luego de tanto esfuerzo, superándose a si mismo una y otra vez es una gran héroe y candidato para llegar a ser lo que siempre quiso ser, es admirable, buena persona, y siempre se preocupa por el bienestar de los demás, en este punto siento que solo es alguien inalcanzable para mi, si, es algo decepcionante, durante tantos años lo único que he logrado es ser una amiga mas, nunca he logrado confesarle mis sentimientos por esta cobardía que me hace desmayarme cada vez que esta cerca de mi.

Acercándome con todo mi cuerpo temblando y mejillas completamente coloradas, aun no puedo creer que no se haya dado cuenta de mis verdaderos sentimientos sobre él, tal vez es por la única razón que hay muchas admiradoras que al igual que yo buscan una oportunidad de conquistar su corazón, pero he decidido decirle, tengo que sacar este peso que lleva mi pecho, la cual es mucho peor que ser la vergüenza de mi clan, renuncie a ser la heredera principal de la familia con el único propósito de casarme con la persona que amo, sin embargo, luego de la batalla con Pain, el consejo del clan ha insistido en que debo volver a tomar el cargo de ser la líder, alegando que Hanabi es muy pequeña y que yo por fin demostré tener lo necesario para continuar con este cargo, pero de ser así yo tendría que contraer matrimonio con uno de los miembros de mi clan, si elijo ser líder, Hanabi sera sellada y enviada a servir desde la rama secundaría y si dejo que ella tome el cargo, el sello sera impuesto sobre mi, es por eso que no tengo mucho tiempo, debo adelantarme antes que todo mi esfuerzo en lidiar con aquella vergüenza haya sido en vano, solo tres días faltan para la celebración que se llevara a cabo en la Torre del Hokage, eso significa que esta cada vez mas cerca de cumplir sus sueños, —quizás hasta lo nombren como nuevo Hokage de la aldea—pensé con entusiasmo, aunque la idea se desvaneció completamente a los pocos segundos, no lo creo, puesto a que el actual, ni si quiera esta en edad de jubilarse, se muy poco de él, lo único que se es que es un hombre que no es muy sociable, no se ve mucho en la aldea, aunque si la ha mantenido protegida y estable en su gestión actual, si que es alguien muy misterioso, al menos para mi, pues no he tenido la oportunidad de ser cercana a él.