Iridiscencia [YoonJin]

Azul

Ya habían pasado duramente dos semanas desde que Jin logró salir de la habitación gracias a Yoongi.

La primera vez que Namjoon pudo ver a su mejor amigo fue al día siguiente a ello en compañía de Yoon que le dijo que ese sería un lindo día, la sorpresa y alegría que sintió en cuanto entró a casa para dejarle su comida diaria y se encontró con el mayor sentado en el sofá principal de su sala de estar fue tanta que lágrimas de alivio no puedo evitar a la vez que corría a abrazar a su mayor. Seokjin aún tanto incómodo por el repentino contacto en demasía le correspondió, ocultando su rostro en la curvatura del cuello moreno y murmurando múltiples perdones. El tercero de los chicos apreció la escena unos minutos antes de comenzar la comida del día, estrenando de un almuerzo para tres personas en el comedor.

El mayor de los Kim estaba confundido, demasiado. Pues en ninguno de los vagos recuerdos que tiene de antes de su encierro voluntario, recordaba si a alguna persona le rodeará un aura de color. Lo único que entendía es que era el único que podría verla, aunque claro que a la única persona que le ha preguntado al respecto fue Namjoon. Por lo que no entendía que carajo pasaba que Min Yoongi radiaba violeta.

Sin embargo, quiso dejar de pensar demasiado y decidió ignorarlo. El pálido natural se había convertido en esa fuente de pequeña fuerza que necesitaba para seguir y es estúpido cuestionar tu fuerza.

Aún no podía salir de casa, apenas y podía asomarse por sus cortinas cerradas cuando a cierta hora del día sabía que Namjoon o Yoongi, o ambos, estaban de camino. Él tenía ganas de volver a la escuela, tomar sus clases y más ahora que había descubierto de que con Min compartía muchas de sus clases. Pero aún se sentía inseguro, los miedos a veces le atormentaban y tenía ataques, en muchas ocasiones pasaba teniendo alguien en casa que se encargaba de tranquilizarlo con palabras y abrazos, otras le tocaba luchar por sí solo.

Salir de su habitación y vagar por su casa era más entretenido que leer y releer a saber cuántas veces los libros que había tomado antes de cerrar la puerta con seguro, de hacer fugurillas de papel casi como una forma de mostrarle a quien se encargaba de pasarle la comida, comida que no se dignaba a tocar, que seguía vivo físicamente y los pasaba por debajo de la puerta, Nam se encargaba de usarlos para decorar el librero de la sala.

Se pasaba la mayoría del tiempo frente a la televisión, abrazándose de sí mismo por sus piernas viendo la interferencia de un canal sin señal hasta que alguno de sus amigos llegaba y disponía de una película nueva que ver o algún programa de televisión interesante. No disfrutaba realmente todo eso, seguía sintiéndose vacío, pero cuando, en la mayoría de ocasiones, Yoongi terminaba sus deberes y se sentaba a su lado abrazándole por los hombros atrayendo su cuerpo hacia él dejando que Jin a su gusto se acurrucara en su hombro o pecho, una pequeña llama se encendía. Como si fuese un mechero.