La vez que conoció a Namjoon era en su verano número diez, su avión de papel salió disparado hacía el lado contrario de donde planeaba aterrizando graciosamente sobre la cabecilla de un niño con piel canela quien luchaba por no dormirse bajo la sombra de uno de los árboles de aquel parque. Era un día realmente soleado, hacía calor y sin embargo el chico frente suya vestía mangas largas, con solo verle te sentías arder en el mismo infierno.
— ¿Por qué me miras tanto? -sus pequeñas manos tallan aún adormilado sus ojos es un intento de dispersar el sueño que había entrado.
— Hace calor, no entiendo como puedes estar con mangas largas.
— Eso no te interesa.
Jin frunce el ceño en forma de desaprobación ante el tono que el crio le respondía, su boca se abre escupiendo palabras demandantes y eso logra frustrar al otro, le responde, una batalla casi sin fin.
Eran niños después de todo.
Graciosamente ambos terminan cansados, Namjoon está acostando su cabeza en las pequeñas piernas de Seokjin.
— Seamos amigos.
Yoongi dejaba que Jin hiciese lo que quisiera con él.
A la mañana siguiente de que Seok pudo salir al menos a acariciar los pétalos de las rosas que Namjoon cuidaba y se encontraban decorando la parte frontal de su casa, el mayor no le dejaba de mirar en ningún momento y eso le hacía sentir tímido de repente.
Era sábado, por lo tanto sin clases ni trabajo, el día entero se la pasaban usualmente entre la cocina, la televisión y dormir. El pálido adoraba esa rutina, más cuando entre éstas varios acercamientos discretos se realizaban por parte de ambos, win embargo eso era incluso demasiado para él.
— ¿Tengo monos en la cara o qué sucede Jin? -pregunta sin querer sonar muy grosero aún con tu tono de voz, a veces la vergüenza le puede de sobre manera que no sabe cómo reaccionar realmente, principalmente con el chico frente a él.
— Soy mayor que tú, deberías usar honoríficos Yoonie -el puchero que se forma en su rostro le hace ver de una manera realmente adorable ante los ojos del contrario, de modo que el recuerdo de la noche anterior dónde la suavidad de la piel del más alto aún cosquillea sobre sus labios y no puede evitar las ganas de tomar por el rostro al hombre en cuestión para besar cada espacio que pueda.
Rápidamente se encarga de olvidar esa idea.
— Jin hyung -el mencionado sonríe grande-. ¿Puede usted explicarme por qué me mira tanto si la película está hacia su derecha? -la cordialidad con la que su voz suena hace reír a carcajadas a Kim, quien niega mientras intenta estabilizarse. No era lo que esperaba, pero estaba satisfecho.
— Nop -responde casi inmediato cuando termina de reír y se reincorpora para seguir con el aburrido filme que sugirió el menor.
Ahora es Min el que se queda viendo su perfil, de pronto perdido en la forma en que se marca el fino rostro de su mayor y la linda curvatura que hace su nariz, bajo ésta los abultados labios brillantes que carga. Inconsciente lame los suyos discretamente.
Niega con su cabeza ante su imaginación disparatada, sin notar que Seokjin le mira de reojo y vuelve su mirada a la televisión.
La película de una duración aproximada a los horas y media, apenas va por el minuto treinta y cuatro, Jin concluye que Yoongi tiene malos gustos por las películas. A él no le interesan mucho las historias subrealistas, como tecnología súper avanzada al nivel de poder hacer cualquier cosa con ello o mundos lleno de flora extraña y seres raros con una admirable animación. Sin embargo entiende que cada uno tiene su gustos y al ver la sonrisa que el contrario formó cuando encontró exactamente el vídeo que ahora se reproducía frente a ellos, no pudo negarse y aprendió a dar una oportunidad.
Sinceramente, no valió la pena.
Estaba aburrido y es por eso que intentaba volver a ver el color azul que emanaba el cuerpo de Yoon la noche pasada, de dónde salía o por lo menos entender por qué cambió de violeta a azul, pero por más que viera no entendía, se rindió cuando secretamente se sintió tímido por que el chico sintió su mirada en él y cree que supo disimular bien. Las clases de actuación que tomo durante la secundaria y hasta hoy sigue practicando daban resultados.
En los minutos cuarenta y cinco sus ojos empezaban a pesar, daba cabeceadas de vez en cuando, pero seguía intentando ver los imágenes que se reproducía en su televisor. Yoongi, como buen observador, a los pocos segundos se percató de eso y no dudo en acercarse un poco para rodearle por el hombro, tirándole hacia él y que el mayor terminara con su cabeza sobre sus muslos. La acción sorprendió al mayor, sin embargo las caricias que Min le otorgaba sobre su cabello le tranquilizo de sobre manera que aún con el ruido de la filmación pudo cerrar sus ojos y descansar en poco.
En todos esos meses, era la primera vez que dormía sin preocupaciones ni miedo.
No sabe cuánto tiempo durmió sobre el regazo del menor, pero cuando abrió sus ojos pudo darse cuenta que el otro también había quedado en sueños. Su mano aún posicionada para acariciar su cabeza en cada momento y eso le hizo sentir en su pecho una oleada de calidez, la película ya había terminado y la televisión se había apagado.
La luz del sol aún entraba por la pequeña apertura que él mismo había podido abrir y al ver la hora en su reloj de pared aún marcaban apenas las dieciocho horas, suspira aliviado y teniendo en mente que aún puede estar con Yoongi un tiempo más.
Ante el sentimiento se reincorpora hasta voltear su cuerpo entero, colocar una de sus manos sobre la muñeca del pálido y ocultar su rostro en la sudadera negra que viste, en la zona de su estómago y aspirar si aroma. Siente y escucha las pequeñas risas que el cuerpo en el cual se apoya escapan de su garganta, el rubor sube hasta colorear su cara por completo y ahora de la cosa salir de donde está.
— Si estabas despierto dilo... -murmura con un nivel cierto de enojo, pero Yoon lo considera increíblemente adorable. Puede sentir en su plano abdomen el puchero que el rostro del mayor forma.
— Quería ver qué hacías -responde simplemente volviendo a acariciar el cabello azabache de Kim llamado su atención y haciendo que al fin salga de su escondite. Puede ver los adorables ojos de roedor, parecido a un lindo hamster, asomarse entre las telas y no puede evitar sonreírle.
Jin tiene que divagar por el rostro ajeno, como si buscase algo aunque realmente solo lo está haciendo para grabar el momento con la mayor exactitud posible y todo se detiene cuando nota el cuerpo bajar. Su respiración se atora en su garganta, deja de pensar, sus labios forman una línea recta y sus ojos se cierran por inercia. Es sino hasta que su frente siente algo presionar en ella.
Sus ojos se abren para darse cuenta que Yoongi beso su frente, el sentimiento de decepción es un poco presente, pero aún así la felicidad le supera por mucho. El rostro del menor está relativamente cerca y éste sube la mano que no está sobre su cabellera a su mejilla para acariciarla superficialmente.
— Duerme otro poco... Me quedaré está noche.
El azul empezaba a aclararse y el cian se hace presente alrededor de Min. Seok ya no le interesa qué es eso o por qué sucede, simplemente se deja llevar por la relajación que siente su alma a lado del menor y vuelve a dormir.
ESTÁS LEYENDO
Iridiscencia [YoonJin]
FanfictionSeokjin sufre de ansiedad social y no es capaz de salir siquiera de su habitación hasta que llega Min Yoongi quien dice tener un trabajo de literatura con él.