Repárame. [TAEKOOK]

Reencuentro.

¿Empezar por sí mismo? ¿Y eso qué rayos significaba?

Y, otra cosa.

¿A caso le había llamado KooKoo?

Ambos fueron los primeros en llegar a la cafetería, pero pronto el resto del grupo se les unió, siendo Jimin el último en aparecer (ya que, luego de haber estado en su casa, se había ido al hotel a cambiarse de ropa y, como de costumbre, se tardó más de lo necesario). Lo había presentado con sus amigos al llegar, siendo recicibido muy cariñosamente, pero ahora sólo se sentía extraño. Estaba como en una nube, y las miradas cariñosas de Taehyung hacia él no ayudaban en nada. Estaba nervioso. Sus manos sudaban. ¿Qué no estaban en invierno? ¿Por qué de pronto sentía calor?

—Adoptaremos a tres niños y uno de ellos se llamará Jungkook.

La malteada se le atoró en la garganta y casi la expulsa por la nariz. ¿De qué se había perdido?

—¡¿Qué dijiste?!

Jungkook miró a su mejor amigo, alarmado, mientras que el resto de los chicos se reían a carcajadas.

—¡Vamos, Jungkookie! ¿En qué mundo estás? —rió Jimin.

—Jungkook-ah está distraído. ¡Taehyung-ah! ¿Qué le has hecho?

Esta vez fue el turno de Seokjin, quien, Jungkook estaba seguro, tenía una bola de cristal o algo parecido.

Ese chico se enteraba de todo.

—¡¿Y yo por qué?!

La cara de indignación de Taehyung, sumada a sus mejillas sonrojadas, era verdaderamente graciosa.

—Yo sólo voy a grabar esto. —habló Yoongi, con teléfono en mano.

—Jungkookie es un chico sensible —expresó Namjoon—. Tal vez, el que el cabello de nuestro Taehyung tenga más químicos que Chernobyl, aunado a que no lo ha soltado en toda la tarde, ya esté empezando a marear a Kook.

Ah, ese era otro detalle.

El brazo de Taehyung no se había movido de sus hombros desde que se sentaron en aquella mesa.

—Namjoon-ah. —replicó Seokjin, cortando la respuesta de Taehyung.

—¿Sí?

—¿Quién diablos usa la palabra aunado en una oración normal?

—Y ¿quién diablos duerme con un peluche de alpaca a sus 18 años? ¿Eh?

—¡No lo dijiste!

—¡Sí lo dije!

—¡Era un secreto!

—¡Pues yo te he dicho que no te burles de cómo hablo!

—¡Y yo te he dicho que el rubio te hace lucir como un pollo hervido y tú tampoco haces caso!

El rostro ofendido de Namjoon fue espectacular.

—Creí que lo decías en broma...

—Pues no, Nam, te ves como un pobre pollito hervido. ¿Has pensado en tratar con el gris?

—¡Seokjin, no seas grosero! —interfirió Yongsun, defendiendo a Namjoon— Joonie bebé, no te ves como un pollito hervido.

—¿De verdad?

—¡Lo juro!, sólo tienes un poco de pollito, pero nada de hervido, lo prometo.

—¡¡Yongsun!!

Eso ya fue demasiado para Jungkook. Estalló en carcajadas, contagiando también al resto. Su risa y la de Jin alargaron la diversión, para variar, y ya todos estaban rojos del esfuerzo.