| "𝙎𝙩𝙧𝙖𝙮 𝙆𝙞𝙙𝙨" | 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙞𝙣.

1; 𝘾𝙝𝙧𝙞𝙨.

Jeongin abrió lentamente sus ojos, acostumbrándose a la luz, la cual la mayor parte de esta venía del gran ventanal junto a él, ¿Dónde está? ni él lo sabe. Al abrir completamente los ojos, pudo darse cuenta de que estaba en un hospital, para su suerte no había nadie y eso le dió tiempo para observar a su alrededor al igual que a sí mismo.

No sabía cómo había llegado ahí pero le dolía todo el cuerpo, lo primero que pudo divisar fue un cuadro frente a él, era un paisaje hermoso pero por alguna razón le causaba una sensación de rechazo. Miró sus brazos y se dio cuenta que estaban llenos de  pequeños cortes, le dolían como si le hubiesen clavado cincuenta cuchillos por segundo, parecían recientes y no se veían como si de un accidente se tratase.
Al lado suyo, específicamente en la pequeña mesa de luz la cual tenía, a parte del espejo, un vaso de agua junto a un celular y un lindo florero adornado con lavandas. Se miró en este objeto y vió su reflejo, su rostro estaba intacto y al parecer tenía maquillados sus ojos, lo cual le pareció raro porque el nunca se maquilló en su vida.

Escuchó el sonido de la puerta abrirse y dejó el espejo en su lugar, observando que una enfermera de aspecto joven entraba y, segundos después, esta le habló.

—Oh, ya despertaste—sonrió—¿Cómo te sientes?—le pregunta acercándose con cuidado al chico en la camilla.

—¿Yo? hum, me duele el cuerpo y los brazos, más los brazos—afirmó con la cabeza.

—Es obvio, perdiste mucha sangre—dijo revisándolo.

—¿Por qué?— el chico parecía muy desorientado, y, a decir verdad, lo estaba.

La enfermera se quedó unos segundos en silencio, pensando en lo que debería decirle.

—¿No recuerdas?— cuestionó algo confundida, él solo negó con la cabeza sin entender lo que pasaba—Creo que esto es grave..—susurró—Llamaré al doctor, enseguida vuelvo—terminó de examinar al chico y salió de la habitación cerrando la puerta.

El lugar quedó unos segundos en silencio, el chico veía sus brazos desorientado, no sabía que estaba pasando. Lastimosamente, el ambiente tranquilo que se había formado fue interrumpido por unos golpes en la puerta.

—Pase—dijo sin ánimos, odiaba no saber lo que estaba pasando.

Fue cuestión de segundos para que la puerta se abriera, dejando ver a un chico alto y de cabello castaño pasar por esta.

—Despertaste—el desconocido sonrió, aunque se podían notar sus ojeras, lucía cansado—¿Cómo te sientes?—acercándose levemente al chico en la camilla.

—Disculpa...¿Quién eres?—algo asustado, miró al extraño frente a él.

—¿No...no sabes quién soy?—los ojos del castaño se pusieron cristalinos luego de que el contrario negara con la cabeza—¿No? ¿No me recuerdas? Soy Chris, Christopher, Chan—se arrodilló a un lado de la camilla, sin querer mirar los brazos del que posaba en esta.

—Lo siento...realmente no sé quién eres—volvió a negar con la cabeza mirando con lástima al chico junto a él.

La puerta se volvió a abrir, dejando paso a dos personas más en la habitación; un chico de pelo rosa gastado, lucía cansado, al igual que el, ahora, nombrado Chris. El otro tenía el pelo completamente negro y, cómo si fuera moda, igual de cansado que los otros dos.

—Innie—el pelinegro habló con una pequeña sonrisa, pero al ver a Chris soltando pequeñas lágrimas su sonrisa se desvaneció.

—¿Que pasó?—el chico, al parecer más bajo de aquella sala, pronunció; Jeongin sintió su piel erizarse al notar el tono grave en su voz.

—No me recuerda...—Chris se levantó de su lugar limpiándose sus mejillas con sus mangas e inmediatamente el chico de pelo negro abrazó a este.

—Disculpen...¿Puedo saber quiénes son?, ¿Que hago aquí?—no entendía nada, no sabía por qué todos se veían tan cansados ¿Por qué lloraban? Suponía que por él, debido a la reacción del primer chico en entrar.

—Somos...somos tus amigos, tus compañeros, tu grupo—el peli-rosa luchaba por no romper en llanto.

—Soy Hyunjin, ¿No recuerdas aunque sea mi nombre?—se acercó a Jeongin, el cual lo miraba y negaba con la cabeza.

—¿Y a mí, Felix?—el chico volvió a negar ya casado de hacerlo.

La puerta se abrió por tercera vez hasta ahora, dejando el paso abierto a quien parecía ser un médico, el cuál se acercó al paciente en camilla, seguido de la misma enfermera de hace unos minutos.

—Jeongin, veo que despertaste—el hombre lucía amigable.

—Si...¿Puedo saber que pasó?—pregunta mirando al médico, el quería saber, anhelaba saber que había pasado.

—Tuviste un intento de suicidio, ¿No recuerdas nada?—dijo el médico, poniéndose de cuclillas junto a la camilla.

Jeongin no supo cómo reaccionar, ¿Un intento de suicidio? ¿Por qué el haría algo así?

—No...nada, no recuerdo nada...—el médico hizo una mueca de desagrado y miró a los tres chicos que se encontraban observando la escena a un lado.

—No recuerda nada, su amnesia puede ser temporal o total, eso se comprobará en unos meses—suspiró y volvió a pararse y miró al chico a su lado—debemos hacerle unos exámenes, así que agradecería que se retiraran—su vista se volvió a posar en los tres chicos—escuché que mañana tienen un concierto así que deben descansar, deben permanecer fuertes para el joven Yang.

—Gracias—Chris sonrió levemente y miró a Jeongin, era notoria la tristeza que sentía.

Los dos chicos restantes comenzaron a caminar hacia la puerta y, luego de darle una última mirada a Jeongin, salieron de la habitación. El chico castaño salió por último, también dedicándole un último vistazo a los ojos del chico en la camilla.

Este último sintió cosquillas en su estómago al conectar miradas con ese chico, sentía una fuerte conección hacia él pero no sabía cómo era posible, nunca lo había visto en su vida hasta ahora.

El despertador sonó y abrió los ojos de golpe, sentándose en la orilla de su cama con el corazón acelerado, ese sueño se había sentido tan real que no entendía como podía ser posible. Sus ojos se cristalizaron y sintió fuertemenete ganas de llorar al recordar al último chico posteriormente aparecido en su sueño.

—Chris...—susurró y miró la hora—Mierda—iba a llegar tarde al colegio.