8.- Shōto Todoroki

218 30 3
                                    

Habían pasado 11 años desde aquel encuentro.

—¡Oye!.

El pequeño niño bicolor subió la mirada levemente temeroso, encontrándose con un niño de su edad, con una gran sonrisa, sus cabellos eran azules, y tenía unos grandes ojos rojos. Suspiró en silencio para luego bajar la mirada.

—¡Oye! ¡Oye!—El niño lo rodeó varias veces tratando de llamar su atención— ¡Mira mira!—Levantó sus brazos varias veces siendo ignorado—¡Mhmmmm!...¿Que te pasó en tu carita? ¿Porque traes vendas? ¿Y tú mamá? ¡No deberías estar solo! ¡Hace frío y te enfermas! ¿Estas perdido? ¡Dime dónde está tu casa!
¡Yo te llevaré!

El de ojos bicolor no miró de nuevo al chico, recordaba con detalle porque tenía aquella quemadura, recordaba las palabras de su madre, la mirada de ella y del dolor del agua caliente. Tenía ganas de llorar.

Pero sintió unos brazos rodeándolo.

El niño le abrazaba.

—Yo no te conozco bien, no se tu nombre, pero sé que cualquier cosa que quieres lograr saldrá bien.

Habían pasado 11 años desde aquel encuentro.

Shōto miraba desde atrás de un árbol viendo fijamente como el chico entrenaba junto a Midoriya con muchas ganas y determinación. Desde aquel encuentro, no había dejado de mirarlo, no se habían vuelto a juntar pero el bicolor lo miraba desde lejos.

¿Porque lo hacía? Le admiraba. Admiraba a Samato. Quería ser tan determinado y seguro como el. Aveces le envidiaba pero quería ser tan genial como el.

Su opinión a los héroes era única.

—¡Mira mira! ¡Mira mira!—El niño perseguía al otro tratando de alcanzarlo— ¡Niño! ¡Mira! ¡Mi mamá me compró los Funko Pop de All Might y Endeavor! ¡Oye, espera!

Shōto no lo haría.

—¿Sabes?—Empezó a decir aún tratando de alcanzarlo—Yo creó que los héroes quieren vernos felices, quieren ver un mundo donde nosotros, los niños, no tengan miedo a los villanos. All Might dice que todo está bien mientras esté aquí. Es cierto porque los héroes estarán ahí. Si no sonríes ¿Cómo serás héroe?

El era tan genial.

Shōto miraba en silencio como eran los movimientos de su compañero de clase.

Se prometió que sería como el.

Iba a ser como el.

El sería un héroe.

30 días nada de hombres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora