Al límite

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Estaba totalmente shockeado por lo que acababa de ocurrir pero aún asi mantuve la calma. Aunque suene morboso, lo primero que hice fue buscar una bolsa en la mochila y envolver el brazo.

Revisé que nadie esté en los alrededores e inmediatamente lo guardé. Pensé en el bulto que habia visto el dia anterior y en el sospechoso hombre de la vieja camioneta.

El corazón me latía a paso acelerado pero ya era hora de regresar. Decidí no contarle nada a mí mamá porque prohibiría mis salidas solo, además de estar alerta a cualquier cosa que hiciera.

Mi idea no era quedarme con el brazo, sino investigar a quien pertenecía . Como supuse que habia estado dentro del bulto en el río decidí dirigirme a la mañana siguiente al mismo sitio en que lo habia hallado para cerciorarme de que el resto del cuerpo se hallara cerca.

A la mañana siguiente, me desperté por el exagerado ruido que hizo la puerta de entrada al abrirse. Me levanté medio dormido,fui al baño, prendí la canilla y lavé mi cara. Aun sentía algo de temor por lo de la noche anterior.

Al salir del baño pude observar a un oficial de policía hablando con mamá así que me aproximé a la pared y escuché acerca de lo que hablaban
-Es terrible lo que sucedió.-decía el oficial .-revisaremos los alrededores en búsqueda de más partes, necesitamos todo-.
-¿Como es posible semejante atrocidad? ¿Quién tendria la mente tan retorcida como para hacerlo?-.
-No sabemos señora, lo que si sabemos es que debe ser encontrado inmediatamente, no puede haber alguien asi suelto por las calles-.
-Tiene usted razón oficial; ¿comenzarán a realizar investigaciones y rastrillajes?-.
-Si señora, y si no es molestia me gustaría revisar su hogar-. Mí corazón comenzaba a agitarse de nuevo-.no es que sospechemos de usted pero por protocolo debemos revisar los alrededores y verá, el cuerpo no fue encontrado muy lejos de aquí-.
-Está bien oficial, primero el deber- dijo mi madre con un tono que jamás le habia escuchado.

Ni bien terminó la conversación, subí velozmente las escaleras a mi habitación para buscar la mochila. La encontré en el rincón al lado de la computadora. Sorpresa fue la mía de nuevo cuando al abrirla el brazo no estaba. Comencé a temblar de los nervios y al darme vuelta me topé con el oficial.
-Oh! ¿Todo bien muchachito? Estás pálido .¿Mala noche verdad? Eh?Los jóvenes no deberían porque enterarse de estas cosas-. No llegué a responder porqué se oyó un grito de abajo.
-Vamos Joel! Aun nos queda mucho por revisar-.
-Está bien Mark, ya bajo, todo correcto por aquí- replicó el oficial-.
-Bueno muchachito, me despido, que tengas un buen dia-.
- igualmente, oficial-.

Por primera vez en el día, sentí un poco de alegría al saber que se iban. De todos modos, esa alegría era muy pequeña en comparación de el gran problema que tenía. Debía saber que habia ocurrido con el brazo. 'No hay chance,tuvo que haber sido mí mamá', pensé. Durante el resto de la mañana simulé ordenar el caos que era mi habitación para evitar cruzarla.
De todas maneras, el roce iba a ser inevitable aunque pareciera una tarea interminable ordenar.

Así, al mediodía bajé a almorzar con la esperanza de que mi madre haya salido. Afortunadamente ella no estaba, por lo visto habia salido a hacer las compras puesto que la lista que armaba no estaba pegada en la heladera como normalmente lo hacía.

Mientras almorzaba mi cabeza comenzó a maquinar. Tenía muchas dudas. Dejando de lado al hombre sospechoso de la camioneta, recordé la desaparición de mi papá. Hacía 3 semanas no volvía, mamá habia hecho la denuncia pero de nada sirvió. Lo extrañaba más que nunca porque con el tenía mucha más confianza e incluso podría haberle contado acerca de este gran problema.

Mientras pensaba en mi padre, fue que violentamente se volvió a abrir la puerta de entrada y mi mamá pasó por ella con las bolsas de las compras
-¿Que sucede mamá?-pregunté al ver agresividad en su accionar.
-Nada hijo, la plata escasea, es eso nomás-respondió aceleradamente.
Mí mamá acostumbraba a ser una mujer tranquila, y desde aquella mañana con el oficial la habia notado un tanto extraña.

Entonces, pensé lo peor. Según partes oficiales el cuerpo llevaba muerto alrededor de 2 semanas, casi las que mi padre llevaba desaparecido. El cuerpo se halló en un riachuelo cercano a casa y desde entonces mi madre habia estado nerviosa. Por último, yo habia obtenido una prueba contundente (el brazo) la cual habia desaparecido dentro de mi casa cuando la única persona que habitaba conmigo era ella.

Me sentía la peor basura del planeta por sospechar de la mujer que mas amaba en el mundo asi que intenté alejar esos pensamientos de mí. Miré el reloj y observé que se aproximaba la hora de ir al taller de escritura del profesor González. Sentía una gran pasión tanto por la escritura como por la lectura asi que no me gustaba faltar a esa clase. Lavé los trastos y subí a mi habitación para revisar por última vez antes de irme.

Increíblemente lo hallé. Hallé el brazo debajo de mi cama aún envuelto. Eso renovaba mis esperanzas de que no lo hubiera descubierto nadie pero razoné que no podía correr el mismo riesgo de nuevo. Mi madre podia entrar en cualquier momento en mi habitación mientras yo estaba en clases y encontrarlo. Asi que tome una decisión límite.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora