Serendipia

Amargura

Me encontraba en el peor momento de mi vida. Acababa de enterarme de la muerte de mi padre y encima mi madre comenzaba una relación con un hombre al que odiaba. Sin embargo, entre tanta angustia, decidí no quedarme con los brazos cruzados.

Me dirigí a la hacienda del papá de Lucas. Tenía que declarar acerca del hallazgo del brazo,ya que como ahora sabía que no pertenecía a mi padre era muy seguro que fuera del cuerpo hallado en el río. Mí idea era escrachar la hacienda, generarle problemas a Jay.

Como ya conocía de cierta manera el sitio. Pude escabullirme por detrás de los establos y meterme donde se encontraban las bolsas negras. Recé por que aún estuvieran ahí. Afortunadamente, lo estaban. Comencé a desatarlas a todas para ver su contenido. Luego de un rato revisando y ya un tanto asqueado por el olor que emanaban, encontré la del brazo. Tomé mi telefono y le saqué unas cuantas fotografías.

Sin que nadie sospechara de mí presencia volví a salir por donde entré y salí disparado hacia la comisaría. Una vez en la comisaría medité. No podía ser yo quien denunciara el descubrimiento ya que iba a quedar muy expuesto, además de que Lucas se pondría en mi contra cuando se enterara. Asi que me acerqué al cyber de la esquina e imprimí las fotos. Después fui al kiosko y compre un sobre de carta. Guardé las fotos: las del brazo y la camioneta junto al rio ,y lo sellé con saliva.

Estaba contento por mi labor. Habia encontrado una utilidad a la foto del primer dia que nos cruzamos y una manera de causarle problemas al papa de Lucas. Sin embargo,mi odio no solo estaba dirigido hacia él; también estaba enojado con mi mamá. Mi padre no merecía que lo suplantaran tan rápido. Él siempre habia sido fiel.

Probablemente su relación viniera de hace mas tiempo y por eso mi madre no queria contarmelo. Se me ocurrió investigar un poco más acerca de la muerte de mi padre. No me bastaba con la escueta información que me habia dado mi mamá. Así que entré a la comisaría aprovechando que aún me encontraba cerca y no habia dejado el sobre.

Una vez dentro me dirigí al oficial a cargo
-¿Que tal? Buenos días- saludé intentando camuflar mi amargura.
-Buenos días joven, ¿En que puedo ayudarlo?-.
-Mire...soy hijo del hombre desaparecido, Paul Niell, necesito saber toda la información que tenga acerca de él-.
-Joven,ese hombre no esta desaparecido , está muerto. Estamos investigando su causa por posible homicidio. No puedo darte muchos detalles-.
-Si ,me contaron que estaba muerto-respondí conteniendo las lágrimas-pero tan solo dígame una cosa...-.
-Bueno, pregunteme y veré si puedo contestarle-.
-El auto que conducía,¿Tuvo alguna falla?-.
-Me temo que si, tenia los frenos cortados-.
-Ah...-sentí un ardor recorrerme por dentro -gracias oficial-.
-No hay de que joven, espero que pueda superar este duelo y cualquier información que tenga y pueda dar, no dude en que se lo comunicaré a su madre-.
-Si... Mi madre-. Me despedí nuevamente con un gesto y salí afuera.

Esperé a que anochezca recostado en un asiento de la plaza de en frente y sin que nadie me viera apoyé el sobre con las fotos en la puerta de la comisaría. Me puse la capucha y regresé a mi casa.

Por si fuera poco,a mitad del camino el clima empeoró y comenzó a llover torrencialmente. Llegué empapado y con ganas únicamente de dormir. Guardé como de costumbre la bici en el garaje y entré a mi casa. Ya no tenia ganas de estar allí,ver constantemente fotos de mi padre me hacia mal. Busqué unos fideos fríos que había sobrado vaya a saber uno de cuando y los recalenté en el microondas.

Me senté solo en la mesa, prendí la televisión y puse el canal de noticias local. Para mi sorpresa, se ve que la policía estaba con ganas de trabajar puesto que en los títulos figuraba que estaban por 'allanar la hacienda Campbell (la del papa de Lucas) por presunta presencia de partes del cadáver encontrado dias antes en el Riachuelo'. Interiormente sonreí.

Me acabé los fideos rápido y tire los trastos sin lavarlos. Me dirigí a las escaleras y cuando pasé por al lado de la habitación de mis padres vi nuevamente las alianzas. Recién ahora me daba cuenta que una no era de mi padre,era del infiel de Jay. Todo ese tiempo habia vivido engañado ¿Cómo era posible que no habia notado la infidelidad de mi madre? Siempre fui alguien muy detallista, pero eso se me había escapado.

Me cepillé los dientes y luego me lavé la cara con abundante agua para despejarme. Ya se habia convertido en una terapia para mi. Una vez que terminé, fui hacia mi habitación y me tiré sobre la cama mirando el techo con amargura.