Entre las sombras

Capítulo 41: La nueva reina roja

La noticia de que mi madre la gran reina estaba de regreso corrió como pólvora y todos los alphas del mundo estuvieron hablando para preguntar su era verdad.

El porbre de Fernan no podía con tanto y su mate tuvo que ayudarle al igual que mi abuelo Iván.

No solo ellos habían venido, mi familia se reunió demasiado rápido, cuando mi abuela Regina y mi suegra les avisaron que estaba aquí, en la manada, literalmente salieron corriendo para ver su era verdad.

Los primeros en llegar fueron mis abuelos maternos Valducier que lloraron como si no hubiera un mañana y mis tíos también. Mi tía Victoria pelliscaba a mamá para ver si era real.

Después llegaron mis otros abuelos maternos, todos los Janer se dejaron ir contra ella mientras lloraban, mi tío Jack y Sam se peleaban por abrazarla hasta que ella los tomó de la cabeza e hizo que chocarán, menos mal que tienen un cráneo muy duro porque seguro y terminaríamos en el hospital de tan fuerte golpe. Los abrazo al igual que a todos.

Las siguientes horas fueron muy rápidas, en lo que lloramos, abrazamos y reíamos felices de las ocurrencias de mi amada madre.

Las niñas se habían quedado dormidas desde que entramos a la casa hace ya un buen rato, papá cargaba a Amanda ¿o era Tamara? Es muy confuso, son iguales, el chiste es que mis padres las cargaban.

Todos querían jugar con ellas y cargarlas pero no se despertaban con nada o eso es lo que yo creía. La bebé que traía mi madre despertó de pronto y la vio como si quisiera algo.

Antes de que adivinaramos que quería mi abuela Ester la cargo muy feliz mientras le hacía cariñitos y caras graciosas, a la niña no le gusto nada y empezó a llorar.

--Cálmate, solo la está cargando. Recuerda que es su abuela-- susurro mamá, ¿a quién le dice eso?

Volvió a tomar a la niña entre sus brazos y vi como se acercaba a su pecho buscando algo, ¿tiene hambre? Mamá iba a sacar uno de sus pechos para darle de comer. Me asusté tanto, ¿lo va hacer frente a todos? Pero una sombra la rodeó cubriéndo a la bebé y su pecho.

Ameyalli

Todos se habían quedado quietos al verla rodeada de sobras, si algo he aprendido a lo largo de este tiempo es como Hana cuida a esas niñas.

--No hay porque preocuparse-- dije captando la atención de todos-- resulta que Hana es muy sobreprotectora con esas dos niñas, las sombras no les hacen daño las protegen-- mi hermana comenzó a reírse y sabia que hablaba con ella.

Aún sigo procesando todo lo ocurrido, aunque debo admitir que es un demonio increíble y se ve que le gusta estar con mi hermana, ambas han congeniado muy bien y sin duda protege a Aneu.

--¿Quién es Hana cariño?-- Pregunto mi abuela Ester. Viendo bien todos tenían la duda marcada en sus rostros. Aneu levantó su mano y yo asenti sin miedo mientras la tomaba. Las sombras se apoderaron de todo y todos mientras gritaban de miedo.

Las imágenes empezaron a pasar poco a poco, lo que Aneu quería es mostrarles lo que paso desde que no la llevamos al mundo de la sombras, sabía que si les mostraba eso ellos podían ver todo lo que había pasado al convertirse en demonio, dar a luz a esas dos niña pero sobre todo al recuperar sus memorias.

Debo reconocer que no fue fácil, le impactó demasiado saber que tenía una familia que creía que estaba muerta. Sin duda saber sobre Loenard pero sobre todo que existían Alexa y Elise, la hizo enloquecer.

Toda la familia estaba aterrada viendo las sombras sin parar, todos sabían que si eres rodeado por ellas puedes morir, obviamente mi hermana no les va hacer daño alguno.