Entre las sombras

Capítulo 7: Rumbo a palacio

Aneu

Por fin había llegado a este mugroso palacio, con lo que amaba estar aquí. Si Elizabeta estuviera aquí diria que también soy la reina del sarcasmo.

Abrí las enormes puertas esperando mi trágico final, a ver cuantos días aguantaba en este lugar. No es que lo odiara en su totalidad... bueno si lo odiaba lo único bueno era mis padres. A pesar de todo, este lugar era mío pero aún así no me gustaba estar aquí prefería mil veces estar en la manada com mi suculento mate.

Maldición. Estar separada de él era mucho peor que quedarme unos días aquí, ¿por qué las cosas tienen que ser tan difíciles?

Bendita la hora en la que tome esa decisión, tarde o temprano debo de regresar y enfrentar todos los problemas que se avecinan. Aggg ¿por qué tiene que ser así? ¿Acaso estoy pagando todos los disgustos que le di a mi madre cuando vivía con ellos?
Si es así la diosa me odia con todo su ser.

--¿Qué haces aquí?-- dijo con molestia, idiota.

--Vine a visitarlos ¿que no puedo?-- conteste cortante. Camine hasta el despacho donde estaban mis padres para saludarlos.

--¡Esta loca! Odias este lugar y preferirías tomarte un tanque de sangre antes que dejar a tu preciado amor-- escupió esa últimas palabras. Seamos honestos, tenia toda la maldita razón, preferiría caminar en hierro caliente, que me apuñalaron o beber tanta sangre antes de separarme de Leonard, ¿necesitas recordármelo idiota?

--Pues te guste o no estaré días aquí-- le dije.

--¿Qué? ¿Días?-- no cabía en su asombro-- estas loca-- si un poco. Todo el mundo lo sabe, no se porque se sorprende.

Avente las grandes puertas del despacho dejándome hacer una gran entrada, dos pares de ojos rojos voltearon a verme asombrados.

--¿Aneu, qué haces aquí?-- dijo mi padre. Aggg.

--¿Que ya no puedo venir a visitarlos?-- solté molesta-- iré con papá y Sam haber si ellos si desean verme.

--No cariño, perdón. Lo que pasa es que se me hace raro que estés aquí-- me abrazo-- sabes que siempre deseo verte.

Estaba comiendo mi suculenta cena cuando mamá entró a la cocina con su típica cara "no voy a dejarte ir hasta que me digas la verdad" ¿qué no podía estar feliz de que su hija estuviera visitandola?

--¿Y luego?-- fue lo único que dijo.

--¿Y luego, que, mamá?-- me hice la inocente entonces me miró mal.

--¿Qué haces aquí Aneu?-- me echo esa mirada de dime la verdad.

--Esta bien, vine a decirte unas cosas-- seguí comiendo-- lo más seguro es que te pongas feliz.

--Vas a tener otro bebé-- me solto, me atragante con la comida, ella me dio palmaditas en la espalda, ¿qué le pasaba a todo el mundo con eso de que tuviera otro bebé? ¡Por dios! Se dio cuanta de su error por mi cara de pánico-- ¿me quivoque?-- le asenti.

Que tal si hacemos otro y esta vez ya no dejamos tanto tiempo entre ellos--La estupida se reía de mí y con verdaderas ganas.

¡NO!-- le respondí

--¿Y luego?-- me volvió a decir.

--Vine a decirte algo importante que puede que cambie nuestras vidas-- le dije y empecé a relatar todo, bueno casi todo me saltaba algunas partes pero le conté desde el principio. Yo solo veia como sus ojos se oscurecía a medida de que avanzaba la historia y cuando porfin termine me miraba atónita y empezó a llorar.

--Dime que estás bromeando-- me susurró. Yo nege entonces salió de la cocina muy apresurada, la seguí de cerca.

--¿Mamá a dónde vas?-- le dije apresurada mientras subíamos aquellas infernales escaleras.

--Tengo que ir-- segui llorando, pero yo me quedé de piedra.

--¿Que? ¡NO!-- le dije-- no puedes ir, no es momento mamá te cuento esto por una razón peor no puedes estropearlo todo.

--¿Estropearlo?-- dijo bruscamente- ¿quién es la que está aquí?

--¡Mamá por favor!-- le gite.

Todos nuestros gritos atrajeron las miradas de las pocas personas del personal y rápido llegaron mi padre y Javier a ver que es lo que estaba pasando.

--¡ANEU POR FAVOR!-- me lo regreso.

--No mamá, entiende. No puedes ir, te lo prohíbo-- estaba empezando a molestarme.

--¡GRACE!-- me gritó, estaba furiosa pero yo más.

--¡ESTER!-- por sobre todas las cosas debía evitar que saliera de este palacio-- NO ME RETES MAMÁ-- el pánico se empezaba a apoderar de mi-- por favor-- le supliqué.

A mitad de las escaleras cayó de rodillas mientras lloraba, mi papá la sujetó mientras nos veía ¿molesto? Genial lo que me faltaba.

--Esta bien, tengo miedo y no se que hacer-- me sincere con ella mientras lloraba a mares-- simplemente no se que hacer-- necesitaba dormir y quitarme este cansancio-- te dejaré ir, pero debes prometerme que serás cautelosa. Mamá nadie puede enterarse-- volte a ver a mi hermano y a papá-- nadie.

Me recosté en mi cama tratando de dormir, lo más conveniente sería que me fuera a la manada con Sam antes de regresar a casa. A veces odiaba mi vida, era muy difícil.

A la mañana siguiente tenía el aspecto de un zombie recién convertido, ser mitad vampira de daba muy buenos privilegios a mi piel en especial a mi cara pero al ser también loba aveces me hacia parecer un espectro... demasiado feo. Las bellezas de la inmortalidad.

Mi madre estaba en la cocina al igual que todos, debo decir que su cara era mucho peor que la mia y eso que ella si era una vampira al cien porciento. Aveces no entiendo la inmortalidad.

--Oh señorita esta en problemas-- dijo mi papá, genial. Me encantan los problemas.

--No estoy de humor papá-- le dije.

--Eres una desconsiderada con tu madre, no durmió en toda la noche porque estuvo llorando y ni siquiera se porque-- me reprendió.

--¿Adivina qué? yo tampoco tuve una bonita noche-- respondi malhumorada-- ¿por qué no se lo preguntas?

--No me lo quiere decir-- más que molesto estaba dolido, era la peor hija de todas.

--Tal vez sea algo que no quieras oír papá.

Estuve todo un día encerrada en aquella habitación hasta que emprendí camino a la manada de mis hermanos.

Mis padres por otro lado se habían ido a visitar a mis hijas mientras que Javier iba a ver a su chica ya que estuvieron mucho tiempo separados

Segunda fase del plan en marcha lo único que deseaba es no llegar a la tercera.

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Hola 👋🏻

¿Me extrañaron?

😂