Terco corazón... no te enamores

Capítulo 5: Riesgo

Narra Dong Hae:

 Es como todos los días en mi casa, mi Padre no está, se la pasa en la empresa o sino asistiendo a reuniones de los socios, así que estoy solo, esa casa ya no me trae ningún recuerdo grato, no me gusta permanecer aquí, mi Madre hace dos años que murió y la única persona en esta enorme casa que me da el cariño materno que necesito es mi nana Kim Sun. Antes de entrar a la preparatoria no era muy popular con las chicas ni menos con los chicos, no entiendo muy bien como se dio eso, tal vez se deba a que ya no andaba con esa actitud sombría, me propuse ser diferente, sonreír más, vestirme mejor y platicar con las demás personas; siendo mi nana la única que se diera cuenta de mi cambio, que ya no me la pasaba en mi cuarto encerrado y llorando por la falta de mi Madre y la ausencia de mi Padre, me convertí en el Lee Dong Hae que quiere y admira todo el mundo, situación que me agrada demasiado.

 Hoy al estar en mi cuarto viendo películas, se me vino  a la mente la imagen de ese chico Lee Hyuk Jae, a pesar de su apariencia un poco descuidada tiene una cara linda, ah pero que cosas estoy pensando, además tiene un actitud que me saca de quicio, espero no volvérmelo a topar, pero tengo duda de quién me estaba hablando, a quién defendía con tanto empeño y cariño.

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Increíblemente las horas se pasaron rápido y ya era hora de irse cada quien a sus casas, pensaba que me iría con Dong dong como todos los días.

-Eunhyuk en serio discúlpame, pero es que hoy tengo que dirigirme directamente a mi casa, no sé qué querrá  mi Padre que me quiere temprano el día de hoy-

-Esta bién hyung no te preocupes, anda ve, que sino tu Padre se puede enojar, mándale saludos a tu Mamá de mi parte-

-Claro con gusto, por cierto se me olvido decirte que quiere que un día de estos te des una vuelta por la casa, dice que la tienes muy abandonada-

-Siempre tan linda tu Mamá, me encanta la idea, quiero probar de nuevo su kimchi, ¿pasado mañana estaría bien?-

-Sabes muy bien que eres bienvenido en mi casa, así que nos iremos directo a mi casa después de la escuela, pero por el momento ya me tengo que ir sino se me hará tarde y no quiero tener problemas con mi padre, ¿quieres que te lleve hasta tu casa?-

-Gracias pero caminaré, hasta luego Dong dong, vete con cuidado, nos vemos mañana-

-Nos vemos hyung-

 Vi como se alejó Dong dong, corriendo hasta el auto particular de la familia Shin; ese día era particularmente tranquilo había muy buen clima, fui por mi camino habitual, aunque se sentía algo solitario caminar sin ir platicando con Dong dong, eso fue hasta que sentí como alguien empezó a seguirme, trate de restarle importancia, hasta que me vi en la necesidad de voltear a ver de qué o quién se trataba, pero no había nadie, salvo unos niños que jugaban del otro lado de la calle, así que seguí mi camino con paso acelerado, no sé si me estaba volviendo paranoico o qué, al sentir como alguien estaba ya cerca de mí, cuando quise voltear me lo impidieron, tapándome la boca y rodeándome mi cuello con un brazo, empecé a patalear para zafarme del agarre, no se la iba a dejar fácil, sin embargo colocó un trapo en mi nariz y después empecé a marearme poco a poco hasta perder el conocimiento.

 Al despertar me dolía a  horrores la cabeza, mi vista era algo nublosa y me sentía mareado, traté de incorporarme, sin embargo no lo logré, tenía atadas las manos a mi espalda, no podía impulsarme para lograrlo, y me di cuenta de que mis pies también estaban atados, todavía confundido traté de pensar quien podría ponerme en semejante situación, a los pocos segundos se oyó que alguien se aproximaba, venía platicando con alguien más.

-Ya  no los necesito, a partir de este momento me encargo yo, se pueden retirar-

 Esa voz no…no podía ser de él, si era así me iría muy mal a partir de ahora, lamento no haber tomado el ofrecimiento de Dong dong, de ser así no me encontraría en esta desesperante situación, ahora sin duda Jake Han podría fastidiarme a sus anchas, nadie sabía que me tenia aquí amarrado, por lo tanto nadie vendría en mi ayuda.

-¡Suéltame de una vez Jake!-

-No mi querido nerd, te quedarás así un buen rato hasta que yo decida que ya me aburrí de ti, ¿no crees que es un buen lugar?, el antiguo gimnasio escolar, nadie lo ocupa ni nadie ronda ya por sus alrededores, es el lugar perfecto, no vendrán a fastidiar con que te deje en paz y esas tonterías, creo que la última vez dije que no me quedaría de brazos cruzados.

 Iba paso a paso acercándose a donde me encontraba recostado, lo hacía de tal forma que parecía cazador acercándose a su presa, empezaba a temer por mi vida.