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El cuerpo de Jeongguk se veía brillante debido al sudor y a la poca luz que entraba por la ventana de su habitación. Era gratificante verlo de esta manera, si tuviera una cámara en estos momentos tomaría fotos de él en este estado.

Los pensamientos más impuros en mi mente, siempre tienen relación con el chiquillo de sonrisa de conejo. Quizá, en verdad deberíamos jugar con las figuras de acción que tiene Jeongguk regadas en la alfombra azul de si habitación, pero no puedo desaprovechar esta magnífica oportunidad.
Sino lo tomo en este instante, quizá no haya otra oportunidad para hacerlo mío.

La ropa de ambas se encuentra regada en la habitación, lo único que decidí conservar de Gguk fueron sus calcetines, simplemente por que amo como se le ven. Sus piernas están abiertas para mi y mis dedos siguen en su interior causando que el pequeño se revuelva impaciente en la cama sin poder descifrar estas nuevas sensaciones.

-¿Hyung...?- llamo él en un susurro.- ¿Seguimos jugando?- Oh, mi pequeño... aún vamos por la mitad de este juego, pero no le diría nada. Retire los dedos de su interior escuchando un suspiro de su parte, aunque no sabría descifrar si es de alivio o frustración.

-Seguimos jugando.- Mi voz salió más gruesa, y ahí mismo bajo su atenta mirada en mis movimientos comencé a masturbarme, tomando mi pene desde la base hasta la punta mientras me concentraba en los bellos orbes cafés que me observaban, aumenté mis movimientos y el pre-semen comenzó a salir, fue entonces que decidí detenerme y tomé de las piernas a Jeongguk.
-Tienes que verme, tienes que ver cómo jugamos.- sonreí, y coloqué mi glande en su entrada, la cara de Jeongguk se deformó por el dolor pero no me detuve.

Cuando la mitad de mi miembro estuvo adentro de él, tuve que contenerme para no entrar de un solo golpe, sabía que para el pequeño ya estaba siendo doloroso, lo veía en la lagrimas que escaparon de sus ojos y en la manera en la que se mordía su labio inferior con fuerza.

Minutos después, ya estaba completamente en su interior, y joder... que bien se sentía, era tan estrecho, y caliente.

Una magnífica sensación, ahora estaba más seguro que ninguna vagina se podría comparar con la estrecha entrada de Jeongguk.

-Hyung~ -Gimió Jeongguk moviendo inconscientemente sus caderas, y entonces lo comprendí, comencé a moverme lentamente observando los pies de Jeongguk doblarse un poco, la cama crujía un poco, con cada movimiento que yo daba.

-¡Hmppf!- un sonoro gemido salió de la garganta del pequeño cuando golpee en el que yo creo que es su punto.

-Se siente bien...¿no?- Esta pregunta contenía un montón de malicia de mi parte, pero es que simplemente lo tenía debajo mío gimiendo, y esta vez no era parte de ningún sueño húmedo o imaginación.-Mhg~-

Era real, la habitación se sentía bastante caliente, mi cabello se pegaba a mi frente, la cara de Jeongguk estaba roja, y en sus piernas podía observar los chupetones que yo le había hecho.

-Si, ah~ tan bueno Gguk- exclamé sin detenerme, el sonido de nuestras pieles chocar era lo que predominaba en la habitación y creo que nuestros gemidos se han de escuchar desde la planta baja.

-¡Ah~!- la espalda de Jeongguk se arqueó y algunos chorros de semen, de su semen mancharon ambos abdómenes y las sábanas.
Apretó fuertemente sus paredes por su recién y primer orgasmo que hizo que yo me corriera minutos después.

Su respiración se comenzó a tranquilizar, y yo seguía sin salir de él, sin embargo los ojos de Kook comenzaban a cerrarse.

Pobrecito.

Saliendo de él, fui directo al baño para mojar una toalla y así limpiarlo y vestirlo antes de que ambas mujeres regresarán.

Lo arrope bien, y me di una ducha en su baño. No podría borrar la sonrisa de estupido en mucho tiempo.

Había logrado mi propósito.

Mostrarle al pequeño Jeongguk mi juego favorito.

Atte: LaladyJeon 🍒

Little Kook, will you remember me?🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora