Parte V

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Tony casi había babeado cuando la pelirroja se apareció en su mansión al siguiente día.

—¿Todos los agentes de SHIELD son así de atractivos?—dijo Tony con voz incrédula, pasando su mirada de la rubia a la pelirroja.

Natasha había sonreído levemente de manera coqueta pero luego lo había ignorado y se había enfrascado en una conversación con Steph sobre las acciones que tomarían respecto al asunto de Stark.

Fue así como Natasha se vio infiltrada en Industrias Stark y trabajando al mismo tiempo con Obadiah y Pepper.

—¿Y tú qué harás?—preguntó Tony a Stephanie.

—Debes entrenar.

—¿Qué?

—Si vas a realizar este trabajo, tu valentía no será suficiente. Debes tener un entrenamiento en caso de que te encuentres sin tu armadura—explicó la soldado—. Sé que no te detendrás, y dado que mi trabajo es que sigas vivo...

Tony hizo una mueca de desagrado.

—Lo hice bien las primeras veces—replicó Tony—. No necesito...

—Sí, sí lo necesitas.

***

Tony estaba en la lona. De nuevo.

Steph daba pequeños saltitos mientras sonreía con cierta petulancia. Stark respiraba agotado y miraba el techo de su gimnasio como si fuera el infinito.

—¿Cansado Stark?

Tony la miró mal.

—Yo no tengo suero de super soldado en mis venas—Steph soltó una suave carcajada. Tony se vio atrapado en ese agradable sonido.

—Natasha tampoco y es una gran espía de SHIELD.

Tony viró sus ojos antes de incorporarse nuevamente. Hacía una semana que habían empezado a entrenar. Alternaba su tiempo en trabajar en su armadura y en mejorar su prótesis en su brazo derecho. Ahora tenía más movilidad.

—¿Qué tal tu brazo?—preguntó Steph cuando lo vio tomarse del hombro y rotar un poco su brazo.

—Se siente algo rígido... Aún trabajo en mejorarlo.

Stephanie asintió. Cuando descubrió lo que Tony había hecho a su brazo, se quedó asombrada. El brazo derecho de Tony estaba rodeado de una delgada capa metálica que se adaptaba perfectamente como una segunda piel. Tony le había explicado que había una conexión neuronal que le permitía mover el brazo a voluntad, y que además, dentro tenía un sistema que permitía que en su brazo se fueran borrando las quemaduras y que  disminuía los daños musculares.

—Es un... Excelente trabajo—musitó ella mientras se sacaba los guantes y comenzaba a quitarse las vendas.

Tony la miró con curiosidad.

—Gracias... Supongo. ¿Es todo?

—Sí. Continuaremos el entrenamiento mañana.

La rubia se retiró y Tony solo pudo pensar en que algo extraño acababa de pasar, pero no sabía el qué exactamente. Se estaba perdiendo de algo, y su mente comenzó a barajar ideas sobre la soldado. Seguía sin tragarse el cuento de que ella era hija de la Capitán Rogers; su padre le había hablado tanto de ella que por mucho tiempo sintió que la conocía. Jamás hubo fotos, o algo que revelara completamente la identidad, e ahí el porqué de que  siempre fuera un fuerte rumor desde la segunda Guerra mundial. Tampoco había un nombre, solo su famoso alias: "Capitán América".

Tony negó. No era momento de pensar en el pasado. Había algo ensombreciendo su presente y debía resolverlo.

***

Iron Man (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora