Iron Man (TERMINADA)

Parte I

Tony Stark iba en uno de los autos militares luego de que su presentación de su nuevo misil fuera hecha con éxito. A su lado iban dos soldados, uno de ellos era una chica. Tony debía admitir que esa chica tenía el rostro más bello que había visto en su vida. Entonces, ¿Qué demonios hacía en la milicia?

—¿Se van a parar a matarme?—comentó Tony de repente—Porque siento que no les caigo bien.

—Nos intimida—respondió el soldado copiloto con ese tono duro e inflexible de un soldado.

Tony chistó.

—Entiendo. No les agrado.

—Cuidarlo es un trabajo importante.

Tony sonrió internamente al escuchar la voz de la soldado.

—Pero no muerdo—dijo Tony—, vamos, relájense.

La soldado estuvo por replicar, pero uno de sus compañeros se le adelantó.

—Señor, yo... Tengo una pregunta.

—Sí, venga.

—¿Es cierto que se ligó a las 12 de Maxim el año pasado?

—Excelente pregunta. Sí y no...

La soldado viró los ojos y dejó de prestar atención a lo que el hombre decía. Cuando había aceptado ese trabajo, en sus planes no estaba el tener que mantener una conversación con ese engreído. Solo debía asegurarse de que llegara sano y Salvo a casa y finalmente ella podría obtener unas merecidas vacaciones de su servicio.

Estaba pensando en lo que podría hacer en su tiempo libre y el lo mucho que disfrutaría el descanso, cuando un fugaz brillo en la distancia llamó su atención.

—¡Abajo!—gritó la soldado haciendo que el Humvee derrapara y se detuviera en el momento justo cuando el auto frente a ellos explotó.

Tony estuvo a punto de alzar su cabeza para ver qué demonios sucedía, pero la soldado lo tenía fuertemente sujeto de su cuello para mantenerlo abajo.

—¡Malnacidos!

—¡No!—La soldado vio con impotencia el momento cuando sus jóvenes compañeros bajaron del Humvee sin meditar un segundo la situación. Los tres fueron acabados en un instante por la lluvia de balas que no cesaba—¡Tu! ¡Quédate aquí y no salgas!

—¡¿Qué?!—Tony dirigió una mirada de horror a la soldado cuando pudo moverse un poco y girar su cabeza. Sin embargo, los sonidos a su alrededor se congelaron cuando la vio mover algo de debajo del asiento y sacar un colorido escudo.

—¡No salgas!

Y después de esa orden, Tony la vio salir valientemente y enfrentarse a las balas y explosiones como si no fueran algo peligroso. Pero el perderla de vista en el humo y el ruido de las detonaciones, alteró completamente sus sentidos e hizo exactamente lo contrario que se le había dicho.

Tony bajó del Humvee y comenzó a correr para cubrirse. Afortunadamente alcanzó a llegar a esconderse tras una roca cuando algo detonó a espaldas de él. Comenzó a teclear con velocidad en su celular, pero entonces un silbido llamó su atención. Un arma con su apellido en el aterrizó justo a su lado.

Se puso de pie e intentó alejarse, pero no llegó demasiado lejos cuando el arma explotó y lo lanzó hacia atrás por varios metros. Todo giró a su alrededor y el cielo se desdibujó frente a él de manera paulatina. Lo último que vio fue un destello de azul y rojo.

***

—¿Cómo está él?

—No lo sé—respondió ella con su vista del otro lado del cristal donde operaban a Stark—. Lo lamento, Coronel. Fue mi culpa.