16. Sentimientos

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Capítulo dieciséis

Nunca me había sentido tan mal, estaba muy preocupada por Annie y lo que le pueda estar pasando. Han pasado unos días después de haber ido a su casa, no la e llamado ni tampoco le e escrito mensajes.

Siempre e sido muy rencorosa, y tal vez no haya sido gran cosa lo que me dijo pero aunque haya sido la mas mínima cosa, en el fondo siento como si me hubiera dado una paliza verbal.

— Maestra Higgins — sacudo mis pensamientos y pongo atención a lo que me dicen.

— ¿Que pasa Lya? — ella lucia nerviosa y muy preocupada.

— Quería hablar con usted... Sobre Lisa — la miro atenta para que continuará hablando — Ella está pasando por un momento difícil, su "novio" — hizó comillas en el aire — solo la quiere para tener... Relaciones. 

Por un momento se me vino a la cabeza mi yo de hace unos años, la que se dejaba manipular por Arnold y que no podía hacer nada ya que estaba profundamente enamorada de el, la que se callaba cada vez que el coqueteaba o se besaba con otras chicas en su cara, la que siempre caía cuando el le decía que la amaba, la antigua Circe que era una idiota enamorada de un cretino.

No quería que Lisa pasará por eso, se siente horrible saber que para lo único que te quiere un hombre es para tener "sexo" Las mujeres no existimos solo para eso, somos talentosas y podemos salir adelante, es algo que aprendí muy tarde pero al final de cuentas lo aprendí, y ahora trato de ser una mejor persona.

— ¿Como lo sabes? — pregunte.

— Ella me lo dijo, dice que le manda mensajes cada que quiere hacerlo — Era exactamente lo que me había pasado a mí, y pase mucho tiempo en depresión ya que me sentía inútil por no haber echo nada al respecto.

— No te preocupes Lya, yo hablare con Lisa y veras que se alejara de el — ella asintió y salió del salón ya que las clases habían terminado.

A lo siguiente que me dispuse fue a ir a buscar a Lisa, la encontré con Erik un chico que a mi parecer es bastante mujeriego y grosero con las alumnas.

Me acerque a donde estaban y me aclare la garganta para que dejaran de besarse — Lisa quisiera hablar contigo.

— Maestra, podemos hablar mañana en clase... Ahora estoy ocupada — siguieron besándose como si no estuviera presente.

— Lo siento Lisa, pero tenemos que hablar ahora, y debo decirles que las muestras de afecto están prohibidas en la escuela.

— Esta bien, Erik te busco al rato — el se va y ella se cruza de brazos — Pues diga maestra, para que me quiere.

— Lisa, se que Erik te esta pidiendo cosas que no quieres hacer y tu...

— De seguro Lya ya le fue a contar todo... Es una metiche.

— Ella solo esta preocupada por tí, vengo a decirte que tengas cuidado, tal vez Erik sea muy guapo y todo pero tu no tienes por que caer en sus mentiras... Creeme yo ya pase por eso y se siente horrible, pero por favor tienes que escucharme.

— Maestra usted no se tiene que meter en las cosas de los demás, no por que sea mi maestra quiere decir que me tiene que solucionar la vida... Así que dejeme en paz.

Se fue corriendo dejándome a mitad de pasillo, suspire y decidí irme, se que Lisa no me creerá, por que yo era exactamente igual que ella a mis 16 años. Quisiera ayudarla pero si no quiere no puedo hacer nada.

(...)

Llegue al departamento y al parecer no había nadie, todo estaba sumido en un silencio aterrador. Me preguntaba donde estaría Cole o KJ, si estarían juntos o no. Decidí hacer algo de comer y limpiar un poco ya que no tenía nada más que hacer.

Nuestro hilo rojo [Cole Sprouse] √TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora