Nuestro hilo rojo [Cole Sprouse] √TERMINADA

8. Noche Especial

Capítulo ocho

No se cuanto tiempo paso desde que había llegado a ese lugar. Solo se que me divertí mucho con todos, me sentí en casa a pesar de que no los conocía, me hacían sentir bien.

Estaba sentada en una de las camillas que estaban cerca de la piscina, había anochecido ya, eran las 9 y el cielo ya estaba de un color oscuro.

Tomo mi teléfono ya que me había llegado un mensaje. Diablos, Annie me matará.

Niña ¿A que hora llegaras?

Decido pasar por alto ese mensaje y dejo el teléfono a un lado, pero vuelve a sonar, así que lo tomo nuevamente.

¡Contestame!

Suspiro y comienzo a escribir mi respuesta.

No te pongas tan isterica, eres peor que mi madre... No tardo.

En cuanto envío el mensaje, su respuesta llega en menos de un segundo.

Más te vale... O mataré a Cole y luego a tí.

Solo llego a escribir un okey para guardar mi teléfono en mi mochila e ir a cambiarme.

Minutos después de haberme cambiado y cepillado un poco el cabello, salgo en busca de Cole. Necesito decirle si me puede llevar al hotel.

Lo encuentro hablando por teléfono, no quería interrumpirlo por que sería una gran falta de respeto, así que me quedé detrás de una Palma a casi cuatro metros de el.

— No entiendo... ¿Por que? — en su voz era evidente la preocupación. Agh no puedo creer que estoy aquí espiandolo.

Es que no sería bien visto haberlo interrumpido por teléfono.

¿Pero si es bien visto que lo espies detrás de una palmera?

Le doy una bofetada a mi subconsciente y me escondo bien para que no me logre ver.

— Si lo entiendo, pero ahora son mis días libres mama — oh la señora Melanie Wright de Sprouse.

Lo se, lo se... Es muy enfermo que hasta yo sepa el nombre de su madre, pero es parte de ser fan destacado.

Cole termina de hablar por teléfono y yo me alejo un poco, para que no note que lo estuve espiando, deje pasar algunos segundos y luego me acerco a el — Cole... Emm, quería preguntarte ¿que si me podrías llevar al hotel?

El me sonríe y guarda su teléfono — Claro, vamos — como ya me había despedido de los chicos, y me imagino que Cole regresara acá después de dejarme, pues entonces solo nos fuimos.

(...)

Durante el camino estábamos en silencio, pero no era algo incómodo, solo disfrutaba el momento. Hasta que pongo atención y me doy cuenta que íbamos en otra dirección.

— Cole, oye tengo que decirte que vamos en dirección equivocada — el solo suelta una risa y sigue conduciendo.

¿Acaso ira a secuestrarme? No me molestaría que lo hiciera.

Oh vamos Circe, deja de pensar esas cosas.

Se estacionó cerca de la playa y se quitó el cinturón — Vamos — bajó del auto y yo lo mire confundida, pero luego baje.

Caminamos hacia las camillas que están en la playa y Cole se recostó en una y yo hice lo mismo — La noche es hermosa ¿no lo crees? — mire hacia el cielo donde lo adornaba la hermosa Luna y pequeñas pero visibles estrellas.