Paso uno

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El final del ciclo escolar está por llegar y con este vienen los exámenes de fin de curso, donde Yaoyorozu se ofrece a ser la tutora de Izuku, Iida y Todoroki.

- gracias por ofrecerte nee-san, pero creo que estaré bien - le sonríe.

- igual yo - le da la razón Iida.

- no, gracias - se niega el medio albino.

Ante la respuesta un poco fría de Shouto, Momo se entristece, haciendo que sus amigos entran en acción.

- ¡Pero a mí sí me gustaría tu ayuda! - interviene Uraraka.

- ¡Es cierto! ¿por qué les preguntas a los más listos cuando todos los presentes no entendemos nada? - se queja Mineta.

- ¡Si viejo!... - un silencio incomodo se forma en el lugar - digo... ¿nee-san?

La pelinegro no puede evitar reírse, las tonterías de sus compañeros siempre logran animarla.

- está bien, - se limpia una lágrima, resultado de su alegría - entonces ustedes tres serán mis alumnos.

- ¡Yo también quiero! - se une Mina.

- ¡Y yo! - habla con entusiasmo Hagakure.

- ¡Todos serán mis alumnos! - aclara con un notorio sonrojo.

El grito de Momo provocó el grito de todos, ahora era seguro que iban a aprobar el año.

El hambre invadió el estómago de cierto peliverde, salió del salón y se dirigió a la cafetería, habían pasado tantas cosas que el trato con el cocinero de la escuela había expirado por lo que ya no podría comer en el salón, no sé dio cuenta que varios de sus compañeros lo seguían y entre ellos se encontraba el medio albino, antes de siquiera llegar a su destino se toparon con uno de los participantes del festival, quien, con intención, golpeó a Izuku al pasar a su lado.

- ¡Oh! lo lamento, no te vi - se disculpa con una sonrisa.

- no te preocupes, maldita hipócrita - le contesta con el mismo tono de burla.

- ¿Cómo me dijiste? - la sonrisa en su rostro se borra.

- es lo que eres ¿no? - los labios del chico se arquean un poco - una maldita hipócrita rastrera.

La respuesta del pecoso fue respondida por un golpe en la cara por parte del otro chico, Izuku logro controlar sus impulsos asesinos, pero no el enojo, se volvió ante el rubio y preparo el contragolpe.

- ¡Monoma-san!

La cabeza del chico es golpeada para dejar ver a una chica pelirroja, que con enojo regaña a Monoma y mira a los de la clase 1 A.

- ¡Lo lamento tanto! - agacha la cabeza - no sabe lo que hace, es un idiota - agarra el cabello rubio y lo jala, haciendo que también se agachara - ¡disculpate! - le habla a su amigo.

- lo... siento - lo susurra con una mueca de asco.

- no te preocupes - levanta a la pelirroja - no fue nada - ladea un poco la cabeza, dándole un toque de coqueteo a su dulce sonrisa.

Un enorme sonrojo tiñe el rostro de la chica, su vergüenza le prohíbe hablar, pues lo único que logro decir fueron balbuceos.

- ¿Cuál es tu nombre? - pregunta con alegría.

- K-k-kendo... Kendo Itsuka - sigue sin lograr articular bien las palabras.

- Kendo nee-san - afirma el pecoso - me gusta.

Las orejas de la chica empezaron a echar humo, no podía más.

- n-n-n-nos v-vemos - tomo a su compañero por el cuello de su camisa y salió corriendo.

PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora