Perdido

Tres almas

Izuku cruzo la nube de un salto, se paro del otro lado, admiro el pequeño bar, estaba justo como lo había dejado, detuvo sus enormes ojos verdes sobre Tomura, sonrió ampliamente y corrió hacia él, quien lo recibió con los brazos abiertos y lo abrazo con fuerza.

- ¡Estoy de vuelta Tomura nii-san, Kurogiri! - voltea a ver al nombrado, quien solo asintió.

- bienvenido - le habla con ternura, le gustaba tener a su hermano menor con él, no iba a dejar que los maldito heroes los separaran, no iba a dejar que lo hicieran cambiar de opinión.

- ¿Viste el regalo que te traje? - voltea a ver a Bakugo - ¿Kacchan? - pregunto muy confundido - ¿por qué carajos estás dormido? - ahora estaba enojado - ¿qué clase de héroe se queda dormido en un momento así? - estaba hablando entre dientes y con decepción.

- no lo culpes - volteo a verlo a los ojos - Dabi lo golpeó cuando lo aventaste por el portal.

- ¿Dabi?

- Midoriya - volteo a ver a quien lo llamaba - ¿tu eres el niño que fue criado por el asesino de heroes?

- ¿Conoces a Stain-san? - se alejo del regazo de su hermano.

- no, pero apoyo sus creencias.

- ¿¡Deberás!? - se escucha emocionado - yo también lo hago, - le extiende su mano derecha - es un gusto Dabi y como dices fui criado por el asesino de heroes.

- el gusto es mío Midoriya - le responde el saludo a lo que el pecoso sonríe ampliamente.

Separa su mano de la del pelinegro, da media vuelta y se dirige a la puerta que lleva a su cuarto, pero una chica de baja estatura, cabello cenizo, piel muy clara, ojos de un color amarillo brillante y un enorme sonrojo acompañado de una sonrisa boba se atraviesa en su camino.

- Izuku-chan - balbucea el nombre del chico.

- ¿Cómo se llama esta hermosa gatita? - pregunta mientras apreta sus mejillas rosas.

- Toga Himiko - contesta el peliazul al ver como la chica no logra formular ninguna palabra.

- Himiko neko-chan - la vuelve a ver a los ojos - ¿quien es una gatita bonita? - le da pequeñas caricias en el cuello - espera, - aleja sus manos de la chica - esto parece un circo - la ceniza toma la mano ajena y la pone sobre su cabeza, segundos después empieza a ser acariciada - realmente es un maldito circo - pasa sus ojos sobre todos los presentes.

- a mí me gusta así - se escucha la voz tímida de la chica.

- ¿Te gusta así? - se acerca demasiado a su rostro, a lo que la chica retroceder y asiente - sí a neko-chan le gusta, estoy bien con eso - mueve con delicadeza a la niña - me iré a dormir.

Retomó su caminata, rodeo la barra y cruzo la puerta, cerrandola de tras suyo, recorrió el mismo camino que recorría de niño, por el que pasaba corriendo, riendo, jugando y siendo cargado por su hermano, llegó a las escaleras, rozó con suavidad el barandal y lo tomo con fuerza para comenzar a subir. Al llegar al segundo piso admiro el corredor con las cuatro puertas del lado derecho y cuatro ventanas del lado izquierdo, camino con entusiasmo hacia la última puerta del piso, la abrió y entró al mismo tiempo que encendía la luz, dejándolo ver su cuarto.

- que gran trabajo Kurogiri - lo felicita al ver qué no había ni una pizca de polvo.

- por fin estamos en casa - habla con nostalgia y alegría.

- ¿Qué habrá sido de Stain-san? - se escuchaba preocupado - ese tal Dabi, tiene nuestro credo.

- y Himiko neko-chan es muy linda, quiciera jugar con ella, como antes jugaba con Stain-san.