Con un pequeño trozo de piedra raspaba en una pared de la cueva una pequeña línea. Junto a ella, se podían ver otras tantas. Había 6 en total.
Ese número que aumentaba día tras días lo único que hacía era ayudar a ganar puntos a la triste idea de que éste sería "mi nuevo hogar".
6 días llevábamos allí encerrados y nuestras pocas reservas iban menguando poco a poco.
No había nada que hacer allí. No podíamos salir, pero parecía que tampoco nadie podía entrar.
Encerrados entre unas frías paredes de piedra grisácea con leves tonos marrones y rojizos nos encontrábamos un grupo de 50 personas.
Las pocas reservas que conseguimos traer con nosotros menguan día a día. Temo el momento en el que se acaben. El hambre hace del más pacífico la persona más peligrosa.Hace un par de días encontré una pequeña zona algo oculta y alejada del grupo y suelo pasar mucho tiempo allí acurracada dejando a mi mente divagar.
Entre mis pensamientos y recuerdos de la infancia, se intercalan escenas fugaces de aquel día, y de manera inevitable, acabo avivando ese momento...-¿Cómo? No, yo... claro, pero eso... bueno, si tú lo ves bien... anda ya, exagerada... venga, nos vemos.
Colgué el teléfono y seguí caminando.
El húmedo suelo hacía sonar mis zapatos al caminar. Los árboles, tristes y desnudos, se alzaban sobre mi cabeza y extendían sus raquíticas ramas como brazos de desesperados al borde del abismo que quieren ser salvados. Las grandes extensiones de hierba húmeda debido al rocío de la mañana no ayudaba a alegrar el ambiente. Los apagados tonos verdosos del suelo y los alicaídos tallos daban al lugar un aspecto algo lúgubre. El cielo, gris como las cenizas, se encontraba cargado de nubes que no presagiaban nada bueno. El viento corría frío por los alrededores y de vez en cuando se dejaba escuchar, furioso.Miraba hacia el cielo, como de costumbre, cuando el viento cambio de dirección golpeándome la cara y trayendo consigo un olor extraño. De repente, noté que tonos más oscuros se mezclaban con las nubes y dirigí la mirada hacía el lugar de procedencia.
Estaba lejos, muy lejos... o al menos eso parecía.
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Sueños
Science FictionPues como bien dice el título esto va a ir de sueños que tengo. Cuando soñamos creamos muchas historias. De la gran mayoría ni nos acordamos a la mañana siguiente, pero una pequeña parte hace mella en nosotros y lucha por no caer en el olvido. Todo...