Centaurea

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En mi pecho empezó a florecer la centaurea.

Una flor que no me ata con correa,
tampoco me desmiembra, no tiembla.

Es fina y delicada, como la cocina de la abuela.

Es dulce y apasionada, como los besos de la ofrenda.

Es astuta y amada, como la música que me rodea.

Es hábil y sedienta, como el cualquier libro de poemas.

Es pura e inocente, como la yo de antes pequeña.

Es seductora y paciente, como la yo que se presenta.

Es bella y cautivante, como arte que entra por mis yemas.

Es única y leal, como un animal creyendo en su dueña.

Es la centaurea, al fin creciente, con mucha empeña.

Al fin florece tras años de vida y nueva experiencia.


Al fin centaurea vino a mí, aunque siempre estuviera
y nunca la viera
hasta hoy.

Idioma de las flores:

Centaurea: Felicidad

El jardín de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora