Querida, déjame consolarte.
Deja a mis manos ayudarte,
para convertir esas penas en arte
y así las dos seguir adelante.
Te entiendo, a la perfección.
Todo eso que era acción,
ahora no es más que aflicción.
Pero querida, se fuerte maldición.
Veo que en ti sigue estando
la estaca que te esta atacando
pero que tu poco a poco vas sacando,
y confío que acabarás escapando.
Querida, yo seré tu acompañante,
y siempre estaré allí para consolarte.
Yo quiero decirte y a ti aconsejarte,
que sigas siendo tu, y sigas hacia adelante.
Amiga, estaré aquí por ti.
Seré tu ángel de la guarda.
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El jardín de los sentimientos
PoesiaTodo adolescente ha transcurrido por las mismas experiencias, antes o después... y muchos de ellos se mantienen en silencio sin mostrar como uno se siente, por miedo. Los sentimientos son como las flores, se reproducen, crecen, se marchitan... algu...