Capítulo 5

578 44 6
                                    

Los egipcios escarbaban en la ciudad, siendo ordenados por Suikotsu que ansiaba encontrar más que otro tesoro que se podría descubrir en el lugar. Prácticamente al ser un profesional no podía levantar una pequeña piedra, ni siquiera quería ensuciarse las manos y dejaba todo a los pobres que, varios de ellos hacían cargamentos, definitivamente era un trabajo pesado.

-rápido, rápido-insistía pues, estos trabajaban sin cesar-eso es, debemos de terminar antes del anochecer... calma con calma-

Por otra parte, Mukotsu se quejaba cada vez cuando Inuyasha le hacia vueltas a la soga y lo golpeaba, ya que esta era larga con el fin de hacerle un fuerte nudo en una de las estructuras del área, que por cierto, estaban más allá donde estan los norteamericanos, en aquel lugar donde el ojidorado fue atacado anteriormente y donde descubrieron una pequeña fosa que, seguramente debe de haber algo más que unos simples objetos antiguos dentro de ella.

-¿saben algo que nosotros no?-le preguntó Nobunaga a Suikotsu después de echarles un ojo

Este giro su vista.

-vienen para una mujer, ¿que puede saber una mujer?-sentencio sin saber que aquella mujer sabia más que él mismo

---*---

-es la estatua de Anubis, sus piernas están bajo de la superficie-expresó al ver la mitad de la estatua frente de ellos-de acuerdo a la escuela de Berwish aquí encontraremos un compartimiento secreto que contiene el libro dorado de Amon-Ra-miro a hermano que obtenia un espejo demasiado grande entre sus manos-ah em... Miroku se supone que debes reflejar el sol-

-y... ¿Para que son esos viejos espejos?-le preguntó Inuyasha dirigiéndose a ella señalando el enorme objeto entre las manos de la bibliotecaria

-espejos antiguos-informo esta tratando de quitar la arena que contenia-es un viejo truco egipcio ya verás-

El chico asintió.

-aamm... Esto... Es para ti-le mostró una enrollo de tela gruesa, esta lo tomó sorprendida-es algo que tome prestado en uno de los equipajes de los norteamericanos... Creí que te gustaría y lo necesitarías cuando... Bueno, ya sabes-le explicaba con un leve sonrojo en sus mejillas donde enseguida se retiro para ir a la fosa-¿que estas mirando?-Mukotsu desvío la mirada, ese hombre perdía los estribos rápidamente

Kagome desenrrolló el material muy curiosa de lo que podría obtener, y da la sorpresa que eran pequeños instrumentos para escabar a mano. Abrió la boca muy sonriente, era un hermoso regalo de su parte y comenzaba a sospechar de que tal vez... Podría sentir algo, como ella misma lo sentía.

-oye, aquí hay bichos, odio los bichos-como siempre se quejó el dueño de la cárcel, Kagome lo ignoró y vio que Inuyasha ya había bajado a la fosa

Ya todos abajo, observaron que era un área muy espaciosa donde la azabache captó lo que podría ser el lugar en aquellos tiempos antiguos.

-¿sabes que estamos en un recinto en donde nadie había entrado en más de 3.000 mil años?-

-¡UF! ¿¡Que demonios es ese maldito hedor!?-terminó de bajar por la soga Miroku, donde vio a Mukotsu bajando después de él, entonces se dio cuenta negando enseguida

Kagome se adelantó un poco más donde había un espejo algo mediano cubierto de polvo y telarañas, cosa que lo quito enseguida.

-y entonces... Se hizo la luz-comentaba girando el espejo y apuntándolo con el resplandor del sol haciendo que los destellos se conectarán con los demás espejos que hacían un camino directo, iluminando todo el recinto

-eso es un buen truco-halago Inuyasha ojeando el área

-oh Dios mío es un Sat-netjer-anuncio impresionada bajando del altar donde estaba el espejo

the mummyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora