Capitulo 7

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Inuyasha tomó la mano de Kagome, anunciando que corrieran lo más rápido posible para así introducirse en la ciudad y poder refugiarse. Quien sabe lo que harían esas cosas si los atrapara.

-¿que hemos hecho?-se murmuró para si mismo Suikotsu con aquellos insectos a su alrededor y arrepentido de haber descuidado el Libro de la Muerte y que accidentalmente habían despertado a la víctima del Hom-Dai

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-¿¡De donde demonios vino eso!?-interrogó Nobunaga mientras corrían en un pasillo

-¡no me quedaré a averiguarlo!-le respondió Hoyo tras de él

Huyendo de las plagas, tanto el grupo de Inuyasha como los norteamericanos se separaron sin darse cuenta. Pero en el camino Akitoki cayó, y sus lentes se había elevado un poco más delante de él y pidiendo ayuda Renkotsu los rompió, nisiquiera tuvo el valor de levantarlo del arenoso piso pues... Huyó separándose de los demás norteamericanos.

El chico de coleta alta pudo alcanzar sus lentes ya rotos, y tratando de ver claramente empezó a caminar cuidado de no volver a caer. Estaba nervioso.

-¿quien esta ahí?-preguntó asustadizo al escuchar un ruido tras suyo, tomó su revolver y giro sobre sus talones apuntando donde había escuchado el ruido-¿¡quien esta ahí!?-

Al recibir la misma respuesta apuntó por el otro lado, donde una vez más se escucho aquel extraño ruido y donde había pasado una silueta segundos después. Con el temblor encima y los nervios sudando sus manos sintió que alguien se posó tras de él, Akitoki abrió sus orbes y girando con lentitud, grito del miedo al ver aquella criatura que jamás pensó que podría volver a la vida.

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Con poca tranquilidad y en pose de alerta; Inuyasha, Kagome y Miroku caminaban por un pasillo contrario, pensando que tal vez ya estarían a salvo pero al parecer la suerte no estaba del lado de aquel trío, un temblor se presentó en el lugar donde una pequeña montañita se levantaba en la arena, dando paso a un enjambre de escarabajos carnívoros que empezaron a seguirlos.

-¡escarabajos!-grito la bibliotecaria mientras corría junto con su hermano

-¡corre Kagome!-

Inuyasha les lanzó un fogón que llevaba encima, y acto seguido, les disparaba para repelerlos pero fue inutil el intento. Ya que esos animales no paraban de seguirlos, así que no le dio de otra que correr tras de los Higurashis quienes llegaron a una pequeña saliente y se separaron en una escalera corrediza para evitar el grupo de escarabajos, Kagome en algo parecido a un altar e Inuyasha y Miroku en la base de una estructura que separa la escalera, tuvieron que saltar para no ser devorados.

Mientras que la manada de insectos recorrían el largo camino, la azabache retrocedía paso por paso y accidentalmente cayó en un pasaje secreto en aquella pequeña saliente, desapareciendo de la vista de Inuyasha y Miroku quienes no se dieron cuenta de lo sucedido.

Pasaron unos segundos y cuando los escarabajos desaparecieron del camino, los dos saltaron y buscaron a la chica pero no la encontraron.

-¿Kagome?-llamo el ojidorado al no detectarla con la mirada, eso lo preocupo demasiado y más a Miroku

-Kagome, Kagome, Kagome, ¡Kagome!-llamó desesperado el ojiazul buscándola a su alrededor, ¡esto es malo!

La azabache apareció en un corredor oscuro observando el lugar, estaba algo nerviosa que no sabía si gritar pidiendo ayuda o quedarse ahí mientras que Inuyasha la encontrara, seguramente estará preocupado al igual que su hermano. Giro su vista tras de sí y de casualidad encontró a Akitoki quien estaba de espaldas y pareciera que estaba murmurando algo extraño.

the mummyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora