CAPÍTULO 7

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Me pase las vacaciones entre mi casa y la de Theo y Daphne, mi padre no tenía problemas con dejarme ir donde mis amigos porque aseguraba que eran sangre pura y por lo tanto eran dignos de pasar tiempo con un Malfoy, sorprendentemente en referencia...

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Me pase las vacaciones entre mi casa y la de Theo y Daphne, mi padre no tenía problemas con dejarme ir donde mis amigos porque aseguraba que eran sangre pura y por lo tanto eran dignos de pasar tiempo con un Malfoy, sorprendentemente en referencia a la copa de las casas no hubo más que unos días de discusión y es que creo que se calmaron porque mi mamá una vez que exploto dijo que estábamos haciendo lo que los demás querían, preocuparnos demás por asuntos que ya no podían cambiar y hablando todo el día sobre los leones y Dumbledore como si no tuviéramos cosas más importantes que hacer.

Mi padre y hermano solo la observaron con cara de estar dolidos y terminaron con su típica frase de que un Malfoy no se preocupa por unos miserables leones traidores a la sangre o en el peor de los casos un sangre sucia inmunda, después de estas frases simplemente los recuerdos de esta injusticia pasaron al olvido.

Contrario a lo que parezca para muchas personas, mi hermano y yo estábamos tan unidos que habíamos decidido firmemente que este año entraríamos al equipo de quidditch, mi hermano para no perder la costumbre entraría al equipo en la misma posición de Potter, era bastante obvio que quería enfrentarse al niño que vivió en todo lo que pudiera.

Y yo aunque suene algo raro quería a entrar como golpeadora, era una posición que mayormente estaba designada para los hombres supongo que por su fuerza, pero yo siempre voy en contra de todo lo que la gente piensa, según mi punto de vista este solo es un comentario machista, quien dice que una mujer no tiene fuerza o la suficiente habilidad para jugar en esa posición.

Pasamos la mayor parte de las tardes practicando en el campo que teníamos en la casa, mis antepasados al tener una pequeña obsesión con este deporte, decidieron construir un campo profesional de quidditch, por lo que lo aprovechamos al máximo, incluso en algunas ocasiones se nos unieron Blaise y Theo, que aunque no jugaban tan bien, al menos nos ayudaban a practicar y divertirnos mientras lo hacíamos. 

Cuando le comente a mamá, que quería jugar como golpeadora pego un grito en el cielo, era una dama como podía hacerlo; grito tan fuerte que mi padre vino corriendo pensando que nos había pasado algo. Al contarle a mi papá porque fue el grito este solo dijo y lo cito textualmente 

"Un Malfoy pude jugar en cualquier posición y dejar a los demás en ridículo y mas si es mi hija" —

Los libros de la biblioteca de papá era otra de mis distracciones, eran libros sumamente interesantes, habían mas de defensa contras las artes oscuras, pociones y obviamente de artes oscuras netas yo me leía cada una de ellos y practicaba cada hechizo, menos los imperdonables o cualquier otro con el que pudiera dañar a alguien esos solo los leía y practicaba el movimiento de varita. De acuerdo a uno de los libros que encontré, pude darme cuenta que el movimiento de varita no tenia que ser necesariamente exagerado y que también podía hacer hechizos no verbales.

Oclumancia, eso me gustaba lo quería poner en practica y aunque lo hacia no podía estar segura de haberlo logrado por no tenia quien me ayudara a ello; la legeremancia se me hizo mas sencilla, ya que a veces me salia involuntariamente con las personas mas frecuentemente con Draco y descubrí que podía ser lo que me pasaba.

THE TRUTH AFTER THE LIE- Fred Weasley (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora