Melissa.
Mientras que observaba la vista de la ventana...
Unos veinte minutos después...entramos en un lugar con muchos árboles alrededor...el camino era estrecho, apenas entraban las camionetas. Hasta que llegamos a un río, aunque no se detuvieron ya que entraban como si nada; nunca vi algo parecido.
Después de otros diez minutos, salimos del río.
Pasamos unos cuantos anillos de seguridad con hombres armados.
Solo pensaba "¿en qué me he metido?"
Hasta que llegamos a un cartel escrito con rojo las letras.
Decía: "Bienvenidos al infierno"
Aunque sinceramente no me imaginaba una casa así después de lo que pasamos.
Era más una mansión que hacienda, tenía rasgos como esas mansiones italianas.
No había ningún auto estacionado.
La camioneta en el que íbamos se estaciono en frente de la entrada.
Rodrigo se bajó primero, luego me baje...detrás de mí bajo Leviathan. Aunque no tenía correa, era raro...no sé despegaba de mí.
Rodrigo: _ Ya di la orden de que ustedes se van allá.
Gonzalo: _ Va, nos vemos a la noche...no olvides que hoy hay...ya sabes.
Rodrigo: _ Dile...que hay estaré.
Todas las camionetas incluyendo la camioneta que íbamos se fueron.
¿Dónde irá?
Pregunte: _ ¿Dónde estamos?
Rodrigo contesto: _ En una hacienda en las afueras de Sinaloa, cerca de Durango.
_ ¿Es tú casa?
Rodrigo: _ Algo así, ¿entramos?
_ Claro.
Entramos...a la casa.
Tiene hermosos detalles...lujoso y algo extravagante.
Rodrigo dijo: _ Te llevare a tu habitación, para cambiarte...y luego bajes para comer algo.
_ Okey.
Subimos las escaleras, hasta que llegamos al segundo piso.
Una puerta se encontraba abierta, entramos en ella.
Era una habitación...
Rodrigo: _ Está será tu habitación, estaré abajo por si necesitas algo...
_ Bueno.
Se fue...
Leviathan se recostó en la alfombra de piel color rosa.
